jueves, 7 de marzo de 2013

LECTURA 22 TERCER AÑO


Leer, resumir y hacer mapa conceptual
 
Los movimientos campesinos


 

En 1958, debido a las invasiones de tierra ocupó los titulares de los periodos en primera
plana, el sector campesino. Los campesinos manifestaron su descontento y
desesperación por el abandono de que era objeto el campo, ya que sólo se acordaban de
ellos cuando algún proceso electoral, requería de grandes cantidades de gente acarreada
que tan sólo por una torta y un refresco eran subidos en camiones de redilas para apoyar
a funcionarios. Invadieron terrenos privados de Sinaloa dos mil campesinos, en donde
existían muchos latifundios disfrazados, el ejercito sitió a los campesinos invasores a lo
que rehuyeron generando con ello una situación de tensión, la prensa hizo responsable

de esta situación de tensión al dirigente de la Unión General de Obreros y Campesinos de

México (UGOCM), Jacinto López, a quien señalaron como instigador. El Secretario de

Agricultura Gilberto Flores Muñoz, formó una comisión en Sinaloa, para estudiar el caso,

terminó entregando 4 mil 840 hectáreas a casi 500 familias, anunciándose que en poco

tiempo se entregarían 14 mil hectáreas más. Tiempo después los jornaleros agrícolas de

La Laguna, desempleados, organizaron invasiones-relámpago, es decir, permanecían

unos días y posteriormente se desplazaban a otros, el Secretario de Agricultura

nuevamente acudió al lugar, se le culpaba también a Jacinto López y a la UGOCEM, las

invasiones continuaron en los Estados de Sonora, Nayarit, Colima y Baja California, los

campesinos fueron desalojados por el ejercito en casi todas partes, arrestaron a Gregorio

Hernández de la UGOCEM, quien aseveró que las invasiones habían sido ordenadas por

López, quien es arrestado en julio de 1958 en Cananea, Sonora, encarcelándose con

otros cinco campesinos; a partir de esto se buscó alternativas para detener las invasiones

de tierras, con lo que el régimen de Ruiz Cortines, quien había olvidado la vieja tradición

de reparto de tierras50. Ante los problemas optó por confiscar el latifundio de Cananea,

que contaba con 500 mil hectáreas y que además pertenecían a la Cananea Cattle

Company, que la adquirió de la familia Green, se indemniza de manera jugosa a razón de

125 pesos por hectárea de inmediato y en forma efectiva. Los agricultores salen

beneficiados ya que las expropiaciones resultaban un negocio completo. El reparto se

lleva a cabo en ceremonia espectacular y con el acarreo de campesinos con lo que Ruiz

Cortines concluye su periodo mostrando sus bondades de “presidente agrarista”.


Los movimientos populares

El movimiento obrero en nuestro país tuvo limitaciones debido a la existencia de líderes

“charros” y “corruptos”, así como el hecho de que Fidel Velásquez, quien se había ganado

la confianza de empresarios y gobierno se religiese permanentemente en la Secretaría

General de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), previo aleccionamiento

de los trabajadores de la industria textil así como de todo tipo de maniobras y acciones de

abierto pistolerismo, que obligaba a muchos sindicatos a integrarse a esa gran central

obreros, aceptando inclusive los líderes que les eran asignados, dando lugar a que el

sistema obrero se convirtiera en un círculo concéntrico, un reflejo del sistema político

nacional.

Movimiento ferrocarrilero de 1958 a 1959

El movimiento ferrocarrilero de 1958, que tuvo una duración aproximada de 10 meses,

siendo uno de los más numerosos del país en esa etapa, fue uno de los más importantes

ya que tenía una afiliación de un poco más de 60 mil trabajadores. A partir de los años

40’s el gremio ferrocarrilero amenazaba con paros o huelgas lo que reflejaba una

intranquilidad que iría creciendo con el tiempo y que explota en ese año. En 1955 el

sindicato emplazó a huelga a la empresa del Ferrocarril Chihuahua Pacífico misma que

fue aplazada por las negociaciones con la empresa (tal como ya había hecho con otros

emplazamientos). El comité directivo del sindicato no apoyaba ese movimiento huelguista,

asimismo existían conflictos entre el sindicato y los concesionarios del Ferrocarril

Coahuila-Zacatecas, lo que motivo que el gerente Sr. Roberto Amorós declarara que la

agitación tenia que terminar y que se debía investigar a aquellos trabajadores que

estuvieran provocándolo, y consignarlos a la Procuraduría General de la República, las

huelgas nunca estallaron pero existía malestar relativamente generalizado en una buena

parte de los trabajadores. En las negociaciones del contrato colectivo de 1957, la empresa

trata de adelantarse ofreciendo nuevas prestaciones para todos los obreros del sistema

ferroviario entre las que se pueden destacar un incremento a los salarios así como una

retribución adicional a los jubilados, lo que no impidió ni la gestación ni el

desenvolvimiento del conflicto, mismo que es el más importante desde 1940 y hasta los

episodios de 1968. Aceleró el conflicto no de forma inmediata pero sí en un plazo de

cuatro años, fueron las devaluación de 1954 que como se anotaba estimuló el proceso

inflacionario y los escasos logros salariales que este sindicato en comparación con otros

sindicatos como son el electricista o petrolero de igual importancia, pudo obtener en

materia salarial.
La petición era el alza de salarios misma que se inicio en mayo del 58, la solicitud es de

un incremento de $350 mensuales por trabajador, lo que los dirigentes sindicales

consideraron exagerado y propusieron que fuera del orden de $200 mensuales, a lo que

el delegado de la gran comisión Vallejo, mismo que se convertiría en principal líder del

movimiento, manifestó que no era lo aceptado por todos los trabajadores, la moción fue

apoyada dando inicio a los paros escalonados efectuados todos con gran sincronización y

si bien la petición se redujo a $250.00 la coherencia que adquirió el movimiento fue tal

que la mesa directiva anterior fue removida, quedando electo Demetrio Vallejo como

secretario general del sindicato en agosto del 58’. Se dio cumplimiento a sus demandas y

la mesa directiva continúo presionando por mayores reivindicaciones. Durante la

presidencia de Adolfo López Mateos (1º. De diciembre de 1958) el sindicato propuso

revisar las tarifas de los ferrocarriles y eliminar toda canonjía en materia de tarifas y

reestructuración de la empresa hasta hacerla una entidad rentable. Se buscaba que la

base trabajadora tuviera acceso a la toma de decisiones, factor que influyó para que se

detuviera el movimiento grandemente para que se detuviera el movimiento que a esas

alturas era ya insostenible para el estado, en términos de su incapacidad para absorber

las múltiples demandas que provenían del sindicato y las que podían extenderse a otros,

amenazando con ello la estabilidad del sistema. Debido a esto se decide reprimir el

movimiento ferrocarrilero, su liderazgo y las bases que lo apoyaban no se hizo espera, a

finales de 1959 se aniquiló el movimiento encarcelando a sus líderes, despidiendo a

varios miles de trabajadores con el fin de “reestablecer el orden”.

Por otra parte la represión del movimiento junto con la eliminación de grupos sindicales

activos enclavados en los gremios de petróleos, teléfonos, maestros, telegrafistas de

1958-59, permitieron volver a un clima de falsa “tranquilidad”, donde la demanda y la

protesta obrera estaban ausentes, con el fin de garantizar este clima, ya que grupos

políticamente activos no se destituyen por “decreto”, el gobierno de López Mateos

consideró aquellos sindicatos “disidentes”. Ésta es la principal razón para la formación de

la Central Nacional de Trabajadores (CNT) en diciembre de 1960, en su origen estuvo

compuesta por el Sindicato Mexicano de Electricistas, la CROC, la FROC, el Sindicato de

Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (STERM, que se convertiría

posteriormente en un sindicato combativo cuya bandera fue la democracia sindical a fines

de los años 60 e inicios de los 70’s, la Federación de Obreros Revolucionarios y la Unión

Linotipográfica de la República Mexicana. Su principio era la independencia del

movimiento obrero, aunque esto no implicaba estar en contra del Estado. En el acto

inaugural estuvieron 25 mil trabajadores y en su constitución se menciona una afiliación
de 375 mil trabajadores, esta nueve confederación se encuentra en oposición al bloque de

unidad obrera (BUO) que para fines de los 50’s declaraba tener una afiliación cercana al

millón y medio de trabajadores, la temporalidad de esta Centra fue efímera ya que para

1966 desaparece, junto con el BUO para dar paso a un nuevo intento de unificación del

movimiento obrero organizado, el llamado Congreso del Trabajo (CT) y que prevalece

actualmente.

La tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) nunca es menor del 6% durante

los años 60’s, y esto se debe a que durante la mayor parte de este periodo prácticamente

no hubo protestas obreras, aunque sí de otros sectores , el de los médicos y los

estudiantiles.

Los movimientos estudiantiles

El movimiento estudiantil universitario cuya expresión culmina con los acontecimientos de

1968, que llevará a la matanza de la plaza de las tres culturas, pero que inicia su

gestación a partir de 1960, en que se da la lucha de los estudiantes guerrerenses por la

autonomía y que culmina con la masacre y la caída del gobierno de Raúl Caballero

Aburto. En 1961 loe estudiantes de la capital se lanza a la calle en apoyo de la

Revolución cubana y protestando por la invasión de Bahía de Cochinos, la última de las

manifestaciones que realizaron es salvajemente reprimida. En 1962 los estudiantes de la

Universidad de Puebla, inician el movimiento de Reforma Universitaria enfrentando la

oposición violenta de los fascistas locales. Para 1963 se da un violento conflicto en la

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, cuyo desenlace fue el derrocamiento

del rector de izquierda, Dr. Elí de Gortari. En 1964 nuevamente los estudiantes poblanos

se enfrentan y derrocan con el apoyo de amplios sectores populares, al gobernador del

Estado, general Nava Castillo. En junio de 1965, los granaderos reprimen brutalmente

una gran manifestación que realizaban los estudiantes capitalinos en apoyo del pueblo de
Vietnam. En 1965 estalla el movimiento médico apoyado por los estudiantes de las

escuelas de Medicina, Ciencias, Economía y Políticas, que tal como se señala fue

también reprimido. Para 1966 los estudiantes de la Universidad de Sinaloa conquistan su

Autonomía, y también los estudiantes de Durango se lanzan a la lucha, intentando

rescatar el Cerro del Mercado de la explotación irracional de la que estaba siendo objeto.

Asimismo, en ese año el asesinato de un estudiante en la Universidad Nicolaita de

Michoacán generó un movimiento estudiantil local, que demandaba la renuncia del

gobernador Agustín Arriaga Rivera, este movimiento amenazó con tomar grandes

proporciones cuando el Estado decidió tomar las medidas “pertinentes” como fue el que el

ejercito ocupara los locales de la Universidad.

En 1967, los estudiantes de la Universidad de Sonora se lanzan a huelga en

demandas de reformas estructurales para su Institución y encuentran una férrea oposición

de parte del rector de la misma, que recibió el apoyo director de la burguesía local; el

conflicto quedó resuelto con la utilización de la policía y del cuerpo paramilitar llamado “la

ola verde”, finalmente el ejercito ocupa la Universidad. En ese mismo año, se llevó a cabo

la más importante lucha estudiantil del periodo, tanto por sus proporciones cuantitativas

como por su carácter nacional, el movimiento estudiantil de solidaridad con los alumnos

de la Escuela de Agricultura “Hermanos Escobar” de Ciudad Juárez, Chihuahua. La

reivindicación fundamental era que esa escuela privada fuera incorporada al Estado, el

combate de los estudiantes en Ciudad Juárez desencadenó un gran movimiento de

solidaridad en todo el país, estallaron huelgas de apoyo en todas las escuelas de

agricultura, incluyendo la Nacional (Chapingo), y en muchos otos centros escolares, al

punto que en un momento dado existieron 70 000 huelguistas en todo el país, la

incorporación del Instituto Politécnico Nacional a este movimiento fue la sorpresa, ya que

éste resurgía después de 11 años de marginación y resurgía barriendo con los líderes

charros de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), que con ello sufrió un

golpe definitivo, este movimiento concluye con la creación de una nueva escuela de

agricultura dependiente de la Universidad Autónoma de Chihuahua. En este mismo año,

los estudiantes de izquierda de la Universidad Autónoma de Guerrero, se lanzan a una

huelga exigiendo el cese a la persecución de que eran objeto los estudiantes y profesores

progresistas y el respeto a la Ley Orgánica, la culminación de este movimiento es la

expulsión de toda la izquierda de la Universidad.

Las luchas estudiantiles que se dieron en México previas al 68, la gran mayoría fueron

reprimidas, el estado daba a las movilizaciones de los sectores medios urbanos, el mismo

trato, la misma respuesta que a los obreros y campesinos: la represión.
Todos los estudiantes capitalinos apoyaron los movimientos de maestros (1960) y de

apoyo a la resistencia vietnamita (1965-1967). En la UNAM, en un movimiento interno, se

organizó el primer Consejo Estudiantil (1966), que organizó el rechazo de un

nombramiento rutinariamente antidemocrático y la creación de una carrera policíaca, así

como la exigencia del pase de un nivel de estudios ya aprobado al siguiente sin examen

selectivo, tal como ya se hizo mención anteriormente.

Algunas de estas movilizaciones se originaron en reivindicaciones académicas; otras, en

problemas institucionales, sociales o políticos de otra índole. En mayor o menor medida,

el papel de la policía preventiva en la represión violenta, y de la prensa, la radio y la

televisión en la estigmatización de los movilizados y sus ideas, fueron una de las

constantes de la relación impuesta por el gobierno.

Coincide con este movimiento el magisterial dirigido por Otón Salazar, ya que

presionan a las autoridades educativas al tomar las instalaciones de la Secretaría de

Educación buscando que se satisfagan sus demandas sindicales.

Dada la efervescencia ideológica del momento se suscita un movimiento más violento que

es el del sector ferrocarrilero en protesta por las elecciones sindicales encabezado por

Demetrio Vallejo, que no se limita a la capital, sino que se extiende a varios lugares del

país, interviniendo otro elementos como Valentín Campa, encarcelándose a ambos y sus

seguidores, culminando el conflicto en 1959.

En el periodo del Presidente Gustavo Díaz Ordaz se suscita una serie de movimientos

sociales como es el de los médicos en los principales centros hospitalarios de la capital y

uno de los conflictos estudiantiles en 1966 en la Universidad Nacional Autónoma de

México (UNAM), que finaliza con la renuncia del rector. Continúa la expresión estudiantil

que busca los espacios políticos que permitan la construcción de un México más

democrático y más justo, convirtiéndose el movimiento del 2 de octubre de 1968 con los

funestos sucesos de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, la expresión del

descontento social de los jóvenes y de la sociedad civil, que llevó a cambios en el modo

de hacer política del gobierno de esa etapa y a la participación de la sociedad civil, en

1968, había alcanzado su apogeo la política de “desarrollo estabilizador”, encaminada a

acelerar la industrialización y a elevar las tasas de crecimiento económico. Hacía tiempo

que el gasto público favorecía las ganancias privadas y que se habían reducido las

inversiones estatales en el campo y las destinadas al llamado bienestar social. Los

salarios sufrían una fuerte contracción, el crecimiento agrícola casi se había detenido, el

pago por los productos del campo era muy bajo y la migración hacia los centros urbanos
se agudizaba. La dirección dada al desarrollo industrial impedía la absorción de fuerza de

trabajo excedente, y la redistribución adecuada del ingreso.

Para mantener así un crecimiento económico, el control social había llevado a sus límites

la tensión política. Los ciudadanos, corporativizados, no tenían posibilidades de expresión

y organización independientes del poder. La oposición y la prensa también enfrentaban la

constante reducción de espacios de expresión libre, y todos los movimientos socialesobreros

y campesinos, de maestros y profesionistas- eran reprimidos con sorprendente

intensidad. Señoreaba las relaciones políticas una legislación penal aprobada durante la II

Guerra, no abrogada con la paz, y sólo aplicada para detener cualquier cuestionamiento.

Acusados de disolución social o de otros delitos semejantes (asociación delictuosa,

incitación a la rebelión), los presos políticos llenaban las cárceles del país.

Los estudiantes universitarios, por su parte, habían participado en movimientos

combatidos también con la violencia oficial, en Chilpancingo (1960, 1967), Puebla (1962,

1964), Morelia (1963,1966), Culiacán y Durango (1966), Hermosillo, Ciudad Juárez y

Chapingo (1967).

Sin embargo, ninguna de esas movilizaciones –universitarias o no- dejó de ser sectorial,

restringida a su propio ámbito; ninguna consiguió que en sus exigencias, postulados,

estrategias o acciones se reconociera el conjunto de la ciudadanía que cultivaba su

rebeldía abiertamente o en silencio. Hubo que esperar a 1968. El movimiento estudiantil

expresaría y aglutinaría entonces fuerzas dispersas.

Su único postulado fue la libertad democrática de expresión, organización y lucha política,

sintetizado en un pliego de seis peticiones. Éstas podían parecer coyunturales y

puntuales, pero en el fondo entrañaban el cuestionamiento del sistema político y del

régimen que lo mantenía en marcha. El poder del Estado no podía emprender una

discusión al respecto (menos aún pública, como los universitarios exigía que lo fuera),

excepto si aceptaba revelar y condenar el autoritarismo que constituía la estructura básica

de su relación con la ciudadanía.

Las seis reivindicaciones que el gobierno no deseaba ni mencionar, eran:

1.- Liberación de presos políticos

2.- Derogación en el Código Penal del delito de disolución social

3.- Destitución de los jefes policiacos que dirigieron la represión contra los estudiantes y

sus instituciones
4.- Desaparición del cuerpo de granaderos que la llevó a cabo y se convirtió en su

símbolo

5.- Deslinde de responsabilidades por la represión y el vandalismo policiaco y castrense

6.- Indemnización a los heridos y a los deudos de los muertos y desaparecidos en la

represión.

Los gobernantes de entonces consideraron sin duda que sólo analizar esas peticiones

retrataría la verdadera dimensión de su despotismo y pondría abiertamente en duda una

legitimidad de por sí poco evidente. Nada más explica que el Presidente haya llegado a

proclamar el derecho del gobierno a defenderse de los ciudadanos. Así, imposibilitado

para superar su incapacidad de entablar cualquier confrontación mínimamente

democrática, el gobierno ahogó ese movimiento en sangre y persecuciones.

La forma en que surgieron y se expandieron los cuestionamientos formulados en el

movimiento de 1968, permitió que éste configurara una inusitada movilización de

identidades sociales. Se concentró y se adoptó el nombre adecuado para designar

situaciones hasta entonces vaga o insuficientemente definidas. El conjunto de sus

acciones, pese al enfrentamiento cotidiano con el golpe y la muerte, permitió a los

movilizados ocupar de manera poco usual por su amplitud y su profundidad, espacios

sociales hasta entonces reservados a los rituales del poder y de la reproducción de las

hegemonías.

La denuncia estudiantil siempre incluyó propuestas para la negociación y la apertura de

salidas, pero éstas no podían ser decorosas para una autoridad acostumbrada a ser

obedecida ciegamente, que prefirió la ira y la sordera como final de un sexenio

presidencial y principio de otro.

Posteriormente, con un estilo "muy propio" de gobernar acorde al auge petrolero y a la

reinstauración del “Estado de bienestar”, algunas exigencias del movimiento universitario

fueron discreta, fragmentaria y gradualmente interpretadas y adoptadas por el poder. El

régimen no transformó su esencia, pero a partir de planteos originalmente formulados en

el movimiento, o que en las instituciones universitarias habían alcanzado mayor

resonancia, y ante las posibilidades de estallidos sociales aún mayores, optó por reducir

tensiones, satisfacer parcialmente algunos reclamos y permitir el crecimiento y expansión

de las universidades. Así reprodujo su legitimidad de manera suficiente en los ámbitos del

trabajo intelectual.
Lo consiguió en parte –no sin otra masacre en 1971-, gracias a la llamada apertura (en

que la oposición de izquierda conquistó la posibilidad de hacer política con menos riesgos

de represión); a una liberalización de la actividad intelectual y artística. ( con la que se

logró que circularan libremente las ideas, se multiplicaran publicaciones que antes

hubieran sido censuradas y prohibidas, la prensa ampliara sus márgenes de expresión y

opinión, el arte oficial fuera sometido a críticas creativas y dejara de predominar, varias

formas de marxismo quedaran incorporadas a la enseñanza oficial, etcétera); a la

ampliación de los espacios para los jóvenes (entre ellos los universitarios, con la llamada

masificación), y a la relativa democratización del sistema electoral (suavizando el

despotismo contra el que habían luchado los estudiantes).

En otras universidades del país y en algunas facultades y escuelas capitalinas se

democratizó el régimen interno de gobierno cuando grupos y alianzas de la más variada

gama de las izquierdas comenzaron a participar en la dirección institucional. Al aceptar

como propia la responsabilidad de administrar y modernizar algunas instituciones

adormiladas por la indiferencia del poder, por primera vez esta oposición pudo confrontar

en la práctica su propia cultura política con la de las fuerzas que en ese tiempo tuvo que

combatir.

La gran expresión universitaria y social logra un lugar en el México de esta etapa, es así

como el movimiento del 68 se convierte en un parteaguas de la economía y que daría pie

a posteriores movimientos como el de 1971 en Puebla con la toma por parte del ejercito

del Edifico Carolino y posteriormente en 1973. Siendo nuevamente estilo del Estado

reprimir ambos movimientos y haciendo presión sobre las Universidades que hasta esa

fecha eran las más representativas: Guerrero, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, entre otras.

El proyecto de “desarrollo estabilizador” fue acompañado de un modelo de dominación

que cada vez fue acentuando más los rasgos autoritarios del Estado mexicano, es claro

que durante todo este periodo, represión, CTM y CNC mantuvieron bajo un rígido control

al movimiento obrero y campesino, pero es obvio que para 1968, estaban dadas las

condiciones y hacer notar que al no encontrarse estabilidad en el país dado los

numerosos conflictos en el medio estudiantil, entre sectores medios e incluso entre la

clase obrera, daría pie a que el conflicto que iniciaría cuatro meses después y que

culminó con la matanza de Tlatelolco, impidiera que los trabajos culminaran en un nuevo

plan, esta vez para todos los niveles, que se habría puesto en práctica a partir de 1970.


movimientos indígenas

movimientos de género

miércoles, 6 de marzo de 2013

LECTURA 21 TERCER AÑO

Lee y resume
Relaciones laborales.

Sí por obrero se entiende a la persona asalariada que carece de los medios de  producción y cuya única fuente de vida es la venta de fuerza de trabajo, podemos afirmar que la unión de obreros que luchan para protegerse y obtener beneficios comunes integran las organizaciones obreras. La situación económica y política de las distintas clases sociales en la sociedad, provoca a través de la historia de la humanidad, la lucha de clases.
 
Surgimiento del sindicalismo

 
A partir de la Revolución Industrial, en donde el capitalismo surge como fase del desarrollo de la producción y en donde el número de personas que integran el proletariado, se incrementa en forma considerable, los trabajadores ven a máquina como su enemigo y por medio de revueltas se apodera de las fábricas y las destruye (ludismo) iniciándose así, una serie de movimientos de obreros importante.
 
En esa época, Robert Owen funda la “Unión Consolidad de Oficios” y crean unafederación de agrupaciones obreras para exigir la jornada de 8 horas, posteriormente, surge el movimiento cartista, en el cual se pedían mejores condiciones laborales, no tuvo éxito, fue disuelto y desapareció.
 
En Francia, la lucha es similar a la inglesa. En Lyon, los obreros salieron a la calle para pedir aumento de salarios, pero estos levantamientos son aplastados por el ejército, prohibiendo el gobierno las organizaciones obreras y surgen sindicatos clandestinos.
 
En general, la lucha de clases obreras en el siglo XIX fue a través de manifestaciones, mítines, huelgas, lucha armada. En el siglo XX, las formas de lucha de la clase obrera fueron de tres tipos: económica, política e ideológica.
 
Carlos Marx Federico Engels, que en 1848 publican el Manifiesto del Partido Comunista, funda en 1864 la Primera Sociedad Internacional de Obreros o la “Internacional”, de gran importancia para la clase obrera pues permite apoyar la lucha obrera en cualquier parte el mundo.
La “Comuna de París” en 1871, constituyo desde el punto de vista histórico, el primer intento del proletariado de conquistar el poder político.
 
Sindicatos y grupos de presión, coaliciones y agrupamientos obreros y patronales, surgen de manera inevitable, como fenómenos económico-sociales del desarrollo industrial capitalista. El sindicalismo obrero nace con la formación del proletariado y en la lucha de clases con la burguesía. (Magaña, 1988: 35-44)
 
IV.4.1 Sindicalismo Oficial (Movimiento Obrero en México).

 
El movimiento obrero en nuestro país tuvo limitaciones, debido a la existencia de lideres “charro” y “corruptos”, así como el hecho de que Fidel Velázquez, quien había ganado la confianza de empresarios y gobierno, se reeligiese permanentemente en la Secretaria General de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), previo aleccionamiento de los trabajadores de los trabajadores de la industria textil así como de todo tipo de maniobras y acciones de abierto pistolerismo, que obligaba a muchos sindicatos a afiliarse a esa gran central obrera, aceptando inclusive a los líderes que les eran asignados. Se puede decir que el movimiento obrero durante ese periodo se caracterizo por enfrentar permanentemente lo que es el corporativismo estatal.
 
Entre los movimiento obreros más destacados se pueden incluir a los de la industria automotriz, minero-siderúrgico, electricista, ferrocarrilero, entre otros. Los movimientos obreros surgen como una expresión de las condiciones de vida en las que se encuentran envueltos, el alza de los precios y que lleva a los trabajadores a reivindicar incrementos salariales, mejores condiciones de trabajo, respeto a sus organizaciones sindicales y a los contratos de trabajo. Uno de los movimientos que tuvo un fuerte impacto sobre el conjunto de los trabajadores fue el que realizó el sindicato ferrocarrilero.
 
IV.4.2 La reforma laboral como parte de la cultura neoliberal.

 
La implementación de un nuevo modelo económico y el proceso de apertura comercial en México se dan simultáneamente con una nueva política laboral, en la cual el gobierno se retira de sus anteriores funciones de mediación de las relaciones laborales, renunciando a sus compromisos previos hacia los trabajadores para la fijación de los salarios y la generación de empleos. Esta nueva política laboral se pones al servicio de la restructuración del aparato productivo de la industria mexicana, que se preparaba para la competencia externa; antes de consolidar dicha estructuración, se tenia que preparar el terreno eliminando la antigua política laboral, bajo el argumento de que ésta generaba una escasa productividad y con la promesa de que las nuevas reglas de la relación obreropatronal permitirían aumentar la remuneración para la clase obrera.
 
La nueva política laboral tiene las siguientes características:
 
a) En los nuevos contratos, los sindicatos no controlan el ingreso de personal a la empresa, pudiendo ésta incorporar empleados eventuales, de confianza o no sindicalizados.
 
b) La remuneración del trabajador va a depender de su productividad y por lo tanto el obrero va a desempeñar distintas funciones o tareas (obrero polivalente) provocándose una flexibilidad extrema en el trabajo, a diferencia de la rigidez laboral en el modelo ISI.
 
c) La capacitación va a estar a cargo de la empresa.
 
d) Los ascensos quedan determinados por el adiestramiento, capacitación y experiencia, eliminando casi por completo la antigüedad en el trabajo.
 
Esta nueva política laboral busca a toda costa la eliminación del sindicalismo corporativo, e introducir un incremento en la productividad.
 
Para el caso de Puebla, un ejemplo de todo lo anterior lo tenemos en la empresa Volkswagen. La actividad de esta empresa en Puebla se remonta a los años sesenta, y desde ese entonces se desarrolla en ella la vida sindical. Así, el sindicato de dicha empresa en el periodo de 1966 a 1972 formó parte de la CTM, entre 1972 y 1981 perteneció a la unión obrera independiente y posteriormente a 1981 no perteneció a ninguna central sindical, si bien más adelante ese sindicato se fracturó para convertirlo en un sindicato al servicio de la empresa.
 
Anteriormente a esta transformación, la empresa inicia una serie de cambios en el sistema productivo, introduciendo tecnología de punta para lograr una mayor productividad que le permitiera ser más competitiva ante la apertura comercial ya se iniciaba en el país. Todo ese proyecto de productividad tenía un obstáculo y este era el fuerte sindicalismo de la clase trabajadora de esta industria automotriz, que se opondría a la creación de obreros polivalentes, es decir, a cambios en el sistema que se llevaba anteriormente. Por ejemplo si un obrero laboraba en el área de pintura , se especializaba en ese trabajo, pero ahora para enfrentar los nuevos retos de la competencia era necesaria la existencia de obreros que desempeñaran distintas funciones, por lo cual ese mismo obrero podía ser asignado al ensamblado de motores, colocación de llanta, instalación de sistemas eléctricos, ente otras actividades.
 
Esta modernización del proceso productivo implicó fuertes transformaciones en el sindicalismo.
 
Para eliminar esta fuerza obrera que se oponía a una forma de trabajo, la empresa automotriz generó un conflicto intrasindical en la revisión contractual del 30 de junio de 1992, discutiéndose en ese entonces el último contrato colectivo de trabajo. Después de varios conflictos entre la empresa y el sindicato, la junta de Conciliación y Arbitraje fallo a favor de la empresa y en el nuevo contrato se estableció que el sindicato ya interviniera en la contratación de obreros.
 
Esta fenómeno de eliminación de la intervención sindical en la contratación laboral no fue exclusivo de la industria automotriz ya que también se generalizó a nivel nacional y en otras actividades; por ejemplo otros sindicatos afectados fueron los de Teléfonos de México, Aeroméxico y como ejemplo más cercano, la Universidad Autónoma de Puebla (SUNTUAP).