lunes, 20 de febrero de 2012

LECTURA No. 18 TERCER AÑO

Los movimientos sociales
Javier Juan Santiago



1. Concepto de movimiento social

Los movimientos sociales se incluyen en la categoría de los “actores políticos colectivos” ya que a pesar de las grandes diferencias que éstos mantienen con los partidos políticos y los grupos de presión o interés, como actores políticos colectivos comparten:

• Una relativa estabilidad organizativa;

• Una comunidad de objetivos, ideas e intereses entre sus miembros;

• Una línea de acción coordinada y organizada; y, finalmente,

• La voluntad de intervenir en la política incidiendo así en la gestión de un conflicto social.



Con todo, es obvio que los movimientos sociales se distinguen de partidos y grupos en muchos rasgos, entre los que cabría destacar:

• Su débil estructuración orgánica;

• Su discurso, generalmente temático o transversal;

• Su ámbito preferencial de intervención, que suele ser la política no convencional o contenciosa;

• Su orientación hacia el poder, que suele ser conflictiva; y

• La naturaleza de sus recursos, que no suele ser mayoritariamente de carácter material, sino de carácter simbólico –como la cohesión emocional, la disciplina y el compromiso de sus miembros.



Con base en lo expuesto, a la hora de realizar una definición operativa de los movimientos sociales, podríamos decir que éstos son: actores políticos colectivos de carácter movilizador (y, por tanto, un espacio de participación) que persigue objetivos de cambio a través de acciones (generalmente no convencionales) y que para ello actúan con cierta continuidad, a través de un alto nivel de integración simbólica y un bajo nivel de especificación de roles, a la vez que se nutre de formas de acción y organización variables.



Por todo ello, también se podría afirmar que un movimiento social es un agente de influencia y persuasión que desafía las interpretaciones dominantes sobre diversos aspectos de la realidad, incidiendo así en todos los ámbitos de la política:

En el ámbito simbólico porque es un sistema de narraciones que pretende crear nuevos registros culturales, explicaciones y prescripciones de cómo determinados conflictos son expresados socialmente y de cómo el statu quo ante “debería” ser rediseñado;

• En el ámbito interactivo porque es un actor político que incide en el conflicto social y pretende cambiar la correlación de fuerzas existente en un ámbito concreto de conflicto;

En el ámbito institucional porque incide e impacta en (transformando o tensionando) los espacios que regulan y canalizan las conductas de los actores a través de acciones no convencionales y contenciosas; y

En el ámbito sustantivo porque es un instrumento de cambio de la realidad.



Con todo, es preciso señalar que los movimientos sociales deben recorrer un largo camino y superar muchos retos antes de convertirse en impulsores del cambio (o contracambio) social. Tal como expone McAdam (1999: 477) un movimiento social debe de superar seis tareas de suma importancia para que sus propósitos tengan impacto en la sociedad, a saber:

(1) conseguir nuevos miembros;

(2) mantener la moral y el nivel de compromiso de los miembros de los con los que ya cuenta;

(3) conseguir cobertura de los medios de comunicación e idealmente (aunque no necesariamente) favorable a sus puntos de vista;

(4) movilizar el apoyo de grupos externos;

(5) limitar las opciones de control social que pudieran ser ejercidas por sus adversarios y; finalmente,

(6) influir sobre lo político y conseguir que la administración actúe.



Así las cosas, las preguntas son:

¿Es posible -y cómo- que los movimientos sociales superen estas seis pruebas?

¿Cómo deben hacerlo?

¿Por qué algunos tienen éxito y otros fracasan?

¿Cómo desaparecen y emergen esta singular forma de actor colectivo?

Efectivamente, éstas son las cuestiones que se hacen la mayoría de analistas y que, con la intención de responderlas, se ha ido elaborando el aparato analítico que mostramos a continuación.



2. Debates y perspectivas teóricas

Normalmente el estudio de los movimientos sociales se ha orientado en tres direcciones:

(1) hacia el análisis del contexto en que éstos emergen;

(2) sobre su forma particular de organizarse, actuar y comunicar, y

(3) respecto al impacto que éstos generan al actuar.



En el primer caso la pretensión de los investigadores es observar cómo aparecen los movimientos sociales. Para ello es importante ubicar a los movimientos sociales en un ámbito sistémico, observar qué posición tienen respecto al resto de actores y de instituciones y ver cuál es su desarrollo. Así las cosas, desde esta estrategia de estudio - básicamente relacional- la pregunta es: ¿Cuándo se activan los movimientos sociales?

En cuanto al estudio de los movimientos como actor político, la pretensión es descubrir qué tipo de acción colectiva generan, como se organizan y qué simbología crean. En esta dirección es posible sintetizar los ángulos de análisis a través de las preguntas: ¿Qué hacen los movimientos sociales? y ¿Cómo?

Sidney Tarrow (1977) expone en uno de sus trabajos que, a la hora de analizar la aparición de los movimientos sociales, el cuándo explica en gran medida el porqué y el cómo. Ese “cuándo” se refiere a la coyuntura que facilita la aparición de los movimientos.

Es a esta coyuntura a la que los teóricos califican de “Estructura de Oportunidades Políticas” (a partir de ahora EOP).

Así, la EOP significa las dimensiones consistentes -aunque no necesariamente formales, permanentes ni nacionales- del entorno político que fomentan o desincentivan la acción colectiva entre las gentes.

De esta forma, el concepto de EOP pone énfasis en los recursos “exteriores” al grupo que reducen los costos de la acción colectiva, descubren aliados potenciales y muestran en qué son vulnerables las autoridades. Estos recursos suelen aparecer cuando se producen coyunturas de cambio externas a los mismos movimientos que generan oportunidades para la acción colectiva, entre los que destacan:

• La posibilidad de acceder a las élites gubernamentales. Fenómeno que puede acaecer al producirse fisuras en la cohesión de las élites gubernamentales y, con ello, un sector de éstas -con la voluntad de obtener una posición ventajosa- busca (entre otros recursos) el apoyo de ciertos movimientos sociales.

• La disponibilidad de aliados influyentes. Fenómeno que ocurre cuando un movimiento social consigue partidarios de su causa entre miembros del poder Judicial, en la Iglesia, entre determinados miembros de la intelectualidad o el mundo de la cultura, o entre determinadas élites económicas y/o políticas.

• La conexión con el “tiempo mundial” (o, en términos anglosajones, el world time), es decir, la coincidencia de determinada movilización con una coyuntura internacional favorable. Cuando así ocurre, pueden aparecer dinámicas de contagio como el llamado “efecto dominó” o “bola de nieve” que pueden suponer procesos de movilización en cadena de alcance internacional.



Pero si bien estos aspectos de las EOP se especifican como “cambios” en las oportunidades, también existen aspectos estables de la estructura de las OP que condicionan la formación y la estrategia de los movimientos sociales. Entre estos aspectos “estables” cabe destacar la fuerza del Estado, la organización y distribución territorial del poder y la disposición al uso de la violencia y la represión. En cuanto a la fuerza del Estado es preciso observar la forma en que se ejerce la autoridad. Sobre esta dimensión hay quien diferencia entre Estados fuertes, como el alemán, y débiles, como la mayoría de los latinoamericanos. Respecto a la organización y distribución territorial del poder, donde cabe distinguir entre Estados centralizados que generan movimientos sociales unitarios, sólidos y poco prestos a la negociación, como por ejemplo la Confédération Paysanne francesa, y los Estados compuestos que inducen a la aparición de movimientos descentralizados y más susceptibles a la negociación, como fue el caso de los Die Grünen alemanes o de los ecologistas españoles. Finalmente, en cuanto a la disposición al uso de la violencia y la represión, cabe distinguir Estados más permisivos que otros -destacando la contundencia de Alemania respecto a Holanda- y Estados que optan siempre por la vía judicial en contraposición a otros que recurren con frecuencia a estrategias de guerra sucia, tal como ocurrió durante los años del plomo en Italia.



El repertorio de acción colectiva

A su vez, el estudio de la acción colectiva es útil para el análisis de los movimientos sociales debido a que como estos rara vez disponen de incentivos selectivos o constreñimientos sobre sus seguidores, la acción colectiva suele ser el instrumento en base al que estimular la movilización y el apoyo de la gente. En este sentido es preciso exponer que la acción colectiva se emplea para:

Comunicar y transmitir las exigencias de los movimientos sociales, pues supone una exteriorización de demandas que, de otro modo quedarían silenciadas;

Generar solidaridad e identidad entre los miembros y para vincular los líderes con sus seguidores;

Convencer a los participantes que son más fuertes de lo que son y generar cierto simbolismo del que emana una determinada identidad; y

• Desafiar a sus adversarios y generar incertidumbre debido al desafío que supone las acciones que organizan.

En cuanto a las estrategias y el repertorio de los movimientos sociales pueden ir desde la acción colectiva violenta hasta a la utilización de acciones convencionales -como huelgas, cartas a medios de comunicación y manifestaciones. Entre estos dos extremos existe un abanico de propuestas indefinidas y cambiantes que utilizan la “disrupción”. En este sentido, la historia de la acción colectiva es la historia de cómo se incorporan al repertorio formas nuevas de acción colectiva al ser aprendidas, experimentadas, vividas y asimiladas tanto por los movimientos como por los oponentes y las elites. Por ello, a largo plazo, el repertorio evoluciona incorporando las innovaciones que funcionan y rechazando las que no. A la vez que con el paso del tiempo muchas de las formas originalmente disruptivas se vuelven convencionales, tal como ha ocurrido con la huelga, que ha pasado de ser delito a derecho fundamental, o la manifestación.



Debido a que la acción colectiva es el principal activo con que cuentan los movimientos sociales para obtener visibilidad social, solidaridad y fuerza, éstos -a la hora de lograr visibilidad de sus protestas- se enfrentan en la actualidad a determinados desafíos, como son:

• Diseñar acciones de protesta eficaces que atraigan la atención de los medios;

• Tratar de que éstos no oculten o distorsionen sus objetivos; y

• Generar simpatía e involucrar en esas acciones el mayor número posible de personas.



- Las redes organizativas

Otras escuelas de análisis sobre los movimientos sociales se han centrado en la agregación de intereses y en el manejo de recursos a que va asociada la movilización.

Éstas han puesto su énfasis en la capacidad de obtener y gestionar recursos por parte de los movimientos con el fin de ver cómo éstos inciden en la acción colectiva, su estructura organizativa y su potencial de movilización.

Esta perspectiva parte de la premisa de que la forma en que se organiza un actor es la que determina el curso, el contenido y los resultados de su acción. De ello se infiere que las decisiones que los activistas toman respecto de la manera en que se organiza un movimiento tienen importantes consecuencias respecto a su capacidad de obtener recursos y movilizar a sus fieles, así como al grado de legitimidad que adquiere a ojos de la sociedad. A la vez, la forma en que se organiza un movimiento también puede ayudar (o dificultar) la articulación de relaciones con otros y con las instituciones.

Desde esta perspectiva se estudian las llamadas estructuras de movilización, es decir “los canales colectivos -tanto formales como informales- a través de los cuales la gente puede movilizarse e implicarse a la acción colectiva” (McAdam, McCarthy y Zald, 1999: 24). La forma en que los teóricos se han aproximado a las estructuras de movilización ha sido a través de la teoría de la movilización de recursos (McCarthy y Zald, 1973, 1977; Kriesi, 1988; McAdam, 1986), la cual ha puesto su interés en el análisis comparado de las infraestructuras organizativas de los actores con el objetivo de comprender mejor los patrones históricos de movilización y predecir cuáles facilitan la emergencia, eficacia y consolidación de los movimientos.



- Los relatos

Otra línea de análisis de los movimientos sociales es la que se centra en cómo éstos producen y extienden discursos y significados. En esta línea, hay quienes afirman que para que exista algún tipo de movilización es imprescindible que la gente se sienta agraviada y crea que la acción colectiva pueda contribuir a solucionar la situación.

Así, los “marcos cognitivos” pueden definirse como los discursos culturales para describir significados compartidos que impulsan a las personas a la acción colectiva.

Y es que, si bien es cierto (tal como se ha señalado anteriormente) que los recursos económicos y organizativos o las características del contexto político influyen en la evolución de los movimientos sociales, también es necesario considerar los aspectos simbólicos. Pues los agravios e injusticias sociales, más o menos objetivos, no son suficientes por sí mismos para el inicio de la movilización o acción política. Tiene que existir una conciencia de esas situaciones y un discurso social o una interpretación que los relacione con determinadas políticas ejercidas desde el poder. Y, a la par de ello, es necesario un discurso que justifique, dignifique y anime la acción colectiva.

En esta dirección, la ideología dignifica el descontento, identifica un blanco para los agravios, forma un paraguas sobre las reivindicaciones concretas y encuentra símbolos capaces de movilizar a la gente.

Es por eso que generalmente se han definido los movimientos sociales como actores políticos colectivos creadores de significado con el objetivo de desafiar los discursos sociales dominantes y exponer una forma alternativa de definir e interpretar la realidad (Touraine, 1981; Melucci, 1985, 1988; Snow y Benford, 1988) y, en base a ello, movilizar a sus miembros. Y es que el discurso de los movimientos sociales debe incidir sobre tres aspectos que son esenciales para la acción colectiva:

• Definir ciertas condiciones sociales como injustas y problemáticas;

• Construir una identidad, un sentido de pertenencia entre los miembros del movimiento, un "nosotros" y un "ellos" sobre los que recae la responsabilidad por las condiciones adversas que se pretenden modificar; y

• Convencer a los miembros y simpatizantes que asuman que sus acciones pueden ser eficaces para conseguir los objetivos propuestos.



Los movimientos sociales tratan pues de dotar a los individuos con las creencias necesarias para el cuestionamiento de determinadas situaciones y para su movilización.

Este tema es crucial pues sabemos muy poco sobre el impacto de los movimientos sociales en el cambio social. En parte porque es muy difícil demostrar la cantidad y la calidad del cambio que produce un movimiento social y, en consecuencia, relacionarlo con las características particulares del movimiento. Y también porque, a pesar de los grandes avances teóricos en esta área, todavía no se ha construido una teoría sobre el éxito de los movimientos aunque haya ejemplos relativamente exitosos como el movimiento de defensa de Derechos Civiles en los estados sudistas de Norteamérica, las campañas antinucleares como Campaigne of Nuclear Disamament, las movilizaciones contra la guerra del Vietnam o el movimiento para la supresión del servicio militar

obligatorio en España.



Sin embargo, a los movimientos sociales se les atribuye el impacto en los cuatro ámbitos en que se puede diseccionar la actividad política:

• El simbólico, con cambios en los sistemas de valores, opiniones, actitudes y conductas sociales e individuales; y la formación de nuevas identidades colectivas;

• El interactivo, con la capacidad de hacer emerger nuevos actores políticos o de generar cambios en la estructura de representación política y en los sistemas de alianzas;

• El institucional, con la habilitación de nuevos procedimientos administrativos y la creación de nuevos espacios y mecanismos estables de negociación con autoridades; y

• El sustantivo, empujando el cambio de ciertas políticas gubernamentales en marcha; obteniendo derechos individuales, civiles y sociales; y, en definitiva, creando nuevas oportunidades para la movilización

jueves, 16 de febrero de 2012

LECTURA No. 17 TERCER AÑO

Relaciones México - Estados Unidos

Las políticas ideadas por los Estados Unidos para enfrentar la crisis de los años 80, fueron transformadas en recetas para integrar a los países atrasados a la globalización.

Para las economías pobres, la privatización, la desregulación, la apertura del mercado interno, fueron las condiciones para alcanzar el desarrollo; todas ellas fueron definidas como “cura” para el subdesarrollo y la miseria de los países del sur y los encargados de suministrar la medicina, fueron los organismos internacionales FMI, BM, GATT y OMC. A quien se le debe la agrupación de estas recomendaciones, es a John Williamson, que en 1990 condensó el “credo” y lo llamo el Consenso de Washington. Las reglas fueron las siguientes:

Disciplina fiscal, redefinición de prioridades del gasto público, reforma impositiva, liberación de tasas de interés, tipo de cambio competitivo, liberalización comercial y de los ingresos de inversión extranjera, privatizaciones desregulaciones y protección de la propiedad intelectual. Todos estos organismos han discursado sobre la pobreza y desigualdad en el mundo, pero solo ha quedado en eso, en la practica se impulsan, las formulas establecidas por el consenso de Washington, el credo neoliberal y la globalización.(Williamson, John 1990)

Las relaciones establecidas de México y Estados Unidos ha partir del TLC, marcaron las abismales diferencias que caracterizan a la economía y sociedad mexicana, las cuales no han disminuido, sino que se han incrementado, el TLC no ha sido capaz de impedir que persistan las prácticas abusivas en el comercio, además del cambio constante del mundo en los últimos años. Los ataques terroristas contra Estados Unidos, crearon situaciones inusitadas en las fronteras. El trafico comercial no sólo sufrió serios percances en los días subsecuentes a los sucesos, sin que se incorporaron nuevas trabas, que pusieron en riesgo uno de los objetivos centrales del tratado, eliminar la discrecionalidad burocrática en los tramites aduanales.

Resultados recientes, el comercio exterior en diez años aumento 300% y la inversión extranjera lo hizo en 400%, a la luz de los objetivos planteado el TLC ha sido un éxito para México.

Pero el grueso del crecimiento se dio en la zona norte, creciendo menos la zona centro y muy poco en la zona sur, a la luz del PIB en la zona norte, creció en los diez años 50%, el centro 27% y el sur 18%(datos del INEGI)

En la última década, en las regiones más empobrecidas se dio una caída per cápita, lo que incrementa el serio problema de la desigualdad.

Tenemos un norte mexicano que converge con la frontera de los Estados Unidos, pero no así con el centro y el sur de México, en opinión de los impulsores de los tratados, la inversión extranjera impulsora de la industrialización no va al sur; es por falta de infraestructura y la falta de formación de capital humano.(Rubio, Luis. 2005-27)

Las relaciones México, Estados unidos se encuentran determinadas por la diferencia en la productividad, en lo político y diplomático y en lo estructural.

La región fronteriza que México y los Estados unidos comparten es una de las áreas más estresadas desde el punto de vista ambiental que hay en el mundo, lo cual plantea muchos problemas tanto para los dos países como para la gente que habita la región. El suministro de agua potable es escaso en la medida en que un número cada vez mayor de usuarios domésticos, agricultores e industriales compiten por recursos de aguas superficiales y aguas subterráneas limitados y con frecuencia contaminados.

En los últimos veinte años, las economías de ambos lados de la frontera han crecido aceleradamente a partir del fomento a un patrón industrial, lo que ha dado pie a infinidad de olas migratorias, sobre todo del centro de México, provocando una alta tasa de población. Ante esta situación hay una grave presión sobre los recursos naturales de la región, crecimiento que no ha tomado en cuenta las diferencias regionales y ambientales y las limitaciones naturales de una región semiárida.



México y la seguridad mundial.

La seguridad es una de las potestades del Estado, mediante la cual hace la paz o la guerra, envía y recibe embajadores, establece la seguridad, previene invasiones, este poder se encuentra relacionado con el desarrollo de las sociedades; en el modelo neoliberal, el desafío de la seguridad, que viene de septiembre 11 de 2001 y la destrucción de las torres gemelas.

En propuestas recientes se plantean la instrumentación de acciones a corto y a largo plazo, a corto plazo y que deben entrar en forma inmediata: es la identificación de todos los ciudadanos de América del Norte para viajar entre Canadá, Estados Unidos y México.

Dado que los pasaportes son fácilmente falsificables y representan un problema de seguridad, lo que se hace actualmente es un triple chequeo con demoras muy largas en migración, se pretende aplicar un pase biométrico para viajeros frecuentes, con lo ingresarían a los países sin dificultad; otra medida es de dar un cambio de revisión de contenedores de empresas ampliamente conocidas y poner mayor atención con las que no lo son.

En términos de migración, para México – Estados Unidos, como medida de corto plazo, el establecimiento del programa de trabajadores legales temporales, en materia agropecuaria que ya existe con Canadá. Con la recomendación de el que quiera ir a trabajar a Estados Unidos durante seis meses, en actividades productivas, donde exista falta de mano de obra que se haga en forma legal, con respeto a los derechos humanos.

Otro tema relevante es la seguridad energética referente al gas y al petróleo, donde México tiene que elevar su productividad.

En relación a las propuestas a largo plazo se propone una serie de discusiones, para aplicar las medidas en el año 2010, porque toma mucho más tiempo su instrumentación.(Aspe, Pedro 2004-21)



Energéticos.

En el impulso a la industrialización, los energéticos son un insumo fundamental para el proceso de producción, los cuales pueden ser orgánicos e inorgánicos:

Recursos energéticos orgánicos.

1. Carbón

2. Gas natural

3. Hidrocarburos sólidos

4. Petróleo.

Recursos energéticos inorgánicos.

1. Combustible.

2. Radiación solar

3. Vapor.

En los tratados internacionales con Estados Unidos y Canadá, son incluidos, el gas y el petróleo.

El gas no es igual al petróleo ya que, entre otras cosas, no viaja tan fácilmente por lo que hay mercados regionales, más que globales, de tal manera que de hecho hay un mercado regional de gas de América del Norte. En este energético México es un país no sólo deficitario, sino crecientemente deficitario, importando gas de nuestro vecino del norte que también es deficitario. Ello a pesar de que México cuenta con enormes yacimientos.

Estados Unidos también es deficitario y esta muy preocupado de estar exportando gas a México, porque entonces su dependencia de gas extranjero se hace aún mayor. Canadá, por su parte, es superavitario pero sus campos empiezan a mostrar ya madurez y declinación. Así, el problema del gas en América del Norte es muy serio. El diagnóstico es que la productividad en la productividad de gas en México es muy baja, no mejora y estamos aumentando en forma creciente nuestras importaciones de gas de otro país deficitario que es Estados Unidos.

Las necesidades gas son crecientes, así tenemos que empezamos importando el 5%, luego el 10%, más adelante el 15%, después el 20% de nuestras necesidades, sin que el horizonte se pueda apreciar que vayan a disminuir las compras de gas que hacemos al exterior.

Para México es importante elevar su productividad, comparando con la productividad de los vecinos del Norte, mientras Estados Unidos y Canadá requieren la mitad de horas hombre que en México para producir un barril de petróleo.

En relación a la electricidad, la Comisión Federal de Electricidad esta competitivamente mejor que PEMEX.(Aspe, Pedro 2004-19)



Terrorismo.

El terrorismo es el uso, o la amenaza de uso, de violencia contra civiles o sus propiedades, por parte de individuos o grupos organizados no adscritos a estados, para coaccionar o coartar a sociedades o gobiernos, a menudo con fines políticos o políticos – religiosos.

La acumulación de capital ha ampliado las contradicciones entre países ricos y pobres, con lo mismo las protestas de los pobres se diversifican, aplicando el ingenio y la tecnología versus los ricos.

México ya no parece estar en las prioridades estadunidenses salvo en aquellos puntos que forman parte de la agenda doméstica de seguridad.

La seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo es de absoluta prioridad para los Estados Unidos y por lo tanto la subordinación de todos los temas a dicha prioridad.

Washington sólo espera de México “cooperación” en el diseño de seguridad fronteriza y lucha contra el terrorismo, no se le más como una alianza prioritaria. Quienes diseñan la política estadunidense desde la Casa Blanca, el Capitolio y los estados se ocupan de México porque es un vecino con el que irremediablemente hay que hacer algo simple y sencillamente porque seguirá allí, pero las prioridades estratégicas se orientan crecientemente hacia la región Asia-Pacifico. (Heredia Zubieta, Carlos 2004-28)

Este fenómeno denominado terrorismo, en los países pobres, surge como un acción de protesta contra la acumulación de capital a nivel individual y la concentración del mismo en el orden internacional, dado que el capitalismo en su expresión neoliberal, se ha abalanzado sobre todo tipo de recursos, utilizando para ello todo tipo de herramientas a la mano; jurídicas, políticas y también militares.



Intervención militar.

El posicionamiento militar tiene une estrecha vinculación con el comercio. Recientemente, el Politécnico de Milán difundió por red electrónica un estudio sobre las economías de la Guerra del Golfo en 1991; estos datos son parte del curso “Modelos y gestión de recursos naturales” y dice: La Guerra del Golfo costo 40 mil millones y fue cubierta de la siguiente manera: 10 millones por EU, Arabia Saudita y Kuwait. Los otros 30 mil millones salieron del alza del precio del petróleo, consecuencia de la misma guerra. El costo del barril de petróleo pasó de 15 a 42 dólares así sobrepaso con crecer el costo de la guerra, el ingreso por la venta fue de 60 mil millones, Arabia Saudita y Kuwait, recuperaron sus 30 mil millones que gastaron, EU recupero sus 10 mil millones y obtuvo ganancias las que se dividieron entre los tres participantes.

El balance final para Estados Unidos de las ganancias de esta guerra fueron; El gobierno gano, descontando los 10 mil millones de la inversión, más 20 mil millones de dólares y también los 30 mil millones aportados por Arabia Saudita y Kuwait que fueron a parar a la bolsa de de la empresa norteamericana de la guerra.

La nueva guerra contra Irak, nos indica que EU tiene una estrategia militar y política para salir de su crisis económica y favorecer a sus 200 mayores empresas; con el Área de Libre Comercio (ALCA), se extenderá a 34 países más, garantizando a EU el dominio económico y el control de los recursos naturales de América Latina principalmente de la cuenca del Amazonas, la mayor concentración de agua dulce del planeta. (Calva, José Luís 2003- 48)

Paramilitarismo y seguridad privada, en América Latina ha sido recurrente el uso del paramilitarismo como estrategia contrainsurgente, en el contexto de la apertura económica de la década de los 1990, todo ha quedado a merced del capital. Y el recurso de las armas no ha sido ajeno a este hecho. Por esa razón, las tradicionales fuerzas con capacidad militar también fueron puestas a disposición de la privatización, apareciendo expresiones militares desde un ámbito privado y que no pueden estar al servicio más que de quien lo financia. La lucha contrainsurgente ya no es la motivación ni política, ni estratégica del paramilitarismo. Su comportamiento está dado por los intereses locales y estratégicos del capital que los patrocina, sirviendo para el mantenimiento de un orden socioeconómico latifundizador. El paramilitarismo no podría adquirir una dimensión de la envergadura que ha demostrado sino en la medida en que esté asociado a procesos de acumulación de capital de gran magnitud como la explotación minera y el narcotráfico. De esta manera podemos seguir el paramilitarismo de los últimos años como una ampliación del control del capital privado legal e ilegal sobre el territorio y los recursos naturales que controla. Estrechamente ligado a los intereses mineros sobre las esmeraldas, el petróleo y el oro, los grupos paramilitares pasaron a ser operadores de la estrategia antisubversiva del Estado, para convertirse en sujetos con intereses y expectativas de crecimiento propias. (Rueda Navarro, Camilo 2005 Agencia Prensa Rural)

Relaciones laborales.
Sí por obrero se entiende a la persona asalariada que carece de los medios de producción y cuya única fuente de vida es la venta de fuerza de trabajo, podemos afirmar que la unión de obreros que luchan para protegerse y obtener beneficios comunes integran las organizaciones obreras. La situación económica y política de las distintas clases sociales en la sociedad, provoca a través de la historia de la humanidad, la lucha de clases.

miércoles, 15 de febrero de 2012

LECTURA No. 16 TERCER AÑO

El Poder Real.

Partidos políticos

En un sistema autoritario, como el que vivió México por muchos años, donde sólo había un partido que tenía derecho a participar en política le dio mucho poder; pero en un sistema plural, los partidos compiten entre sí, y para bien o para mal son penetrados o se identifican con los intereses de diversos grupos sociales, que tienen poder en la sociedad.

Los partidos son mucho más frágiles que los gobiernos, porque no dominan un territorio, no tienen poder real sobre sus simpatizantes (ni siquiera sobre sus militantes y cuando son gobierno se espera que gobiernen para todos, tienen que compartir el poder con otros partidos y no dejan de estar sometidos a múltiples presiones.

En 1952 Adolfo Ruiz Cortines presentó al Congreso una serie de proyectos; el primero de ellos fue la reforma a los artículos 34 y 115 constitucionales destinados a otorgar a la mujer sus derechos políticos, en cumplimiento de promesas efectuadas desde la época de Cárdenas. A esas  disposiciones siguieron las modificaciones a la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, que proponía que tales  funcionarios declararan sus bienes antes de iniciar su gestión y que se pudiera investigar, sin previa denuncia, el origen de la fortuna de aquellos que ostentaran bienes superiores a sus ingresos económicos manifestados. Esta Ley, que al parecer no fue aplicada durante el sexenio, cumplió al menos el objetivo de hacer explícitas, a los funcionarios públicos, sus responsabilidades, aun después de dejar el cargo.

Un acto de gran trascendencia para la historia de nuestro sistema político fue el proyecto de Manuel Ávila Camacho al consolidar al Partido de la Revolución Mexicana (PRM), dado que su imagen radical no era congruente con la nueva política de conciliación; por lo tanto, para el presidente este partido sólo debía restringirse a efectuar actividades electorales.

La primera medida de Ávila Camacho fue la de excluir a los militares, pues consideraba que no debían intervenir en el proceso electoral. Esta orden fue dada apenas iniciado su gobierno (10 de diciembre de 1940); a partir de entonces el partido fue sufriendo grandes cambios encaminados a que dejara de participar en la vida política nacional y se concentrara a los periodos electorales.

Por otra parte, el partido también fue abandonando sus tesis socialistas, buscando un acercamiento con el grupo católico y con las capas medias de la población. A tal efecto se organizo el sector popular del partido y su incorporación a una gran central semejante a la de obreros y a la de campesinos. Así, surgió la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP)en febrero de 1943, con lo que se repartía el peso político entre las Confederaciones de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Nacional Campesina (CNC) y la nueva (CNOP). Más adelante, el 18 de enero de 1946 se decretó la desaparición del PRM para fundar al Partido Revolucionario Institucional (PRI)



Actores Políticos de Poder.

El sistema político mexicano por mucho tiempo fue considerado como autoritario. Esta percepción tiene sus raíces en la cultura política desarrollada desde los aztecas, en la que se monta el sistema político colonial, se mantiene en el porfiriato y se reafirma con Plutarco Elías Calles, que crea el Partido Nacional Revolucionario (PRN) en el año de 1929, posteriormente perfeccionado por Lázaro Cárdenas con el corporativismo, que subordina a los sectores campesino, obrero, militar y popular al partido de Estado,

estructura que se mantiene con el PRI hasta 1982.

A pesar de haberse dado cambios en la Constitución, el sistema de régimen presidencialista no ha sido modificado, se mantiene intacto desde 1917 a la fecha. La única modificación existente corresponde a los requisitos para ser presidente de la República, en los cuales por razones históricas se había mantenido la exigencia de ser mexicano e hijo de padres mexicanos por nacimiento. Por reforma constitucional al artículo 82° en 1994, y que entró en vigor el 31 de Diciembre de 1999, el requisito de elegibilidad ahora exige ser mexicano por nacimiento e hijo de padre o madre mexicana, lo que permitió a Vicente Fox, ser candidato a la presidencia para el año 2000.

El presidente, como jefe de gobierno tiene a su cargo la administración pública central conformada por 18 secretarios de Estado y la administración pública descentralizada o paraestatal, conformada por organismos descentralizados, empresas de participación estatal mayoritaria y fideicomisos públicos.

El presidente, con el propósito de darle coherencia al sistema de administración pública, elaborará un Plan Nacional de Desarrollo, del que se desprenden los distintos programas de gobierno.

Con la reforma al artículo 25° constitucional en 1983, sobre rectoría económica del Estado, se reconoce un sistema de economía mixta integrado por los sectores público, privado y social; el artículo 26° constitucionaliza un sistema nacional de planeación denominado democrático, que obliga al gobierno a planear y programar sus actividades.

Se incorpora un sistema de control político de las tareas gubernamentales a través de la fiscalización de los recursos públicos por parte de la cámara de diputados, de acuerdo al artículo 74°. Por cierto, como el PRI perdió la mayoría de la cámara de diputados en 1997, fue sólo a partir de esa fecha que esta fiscalización política al presidente empezó a tener vigencia.



Organizaciones Empresariales.

“En la administración de Luis Echeverría enfrentó la encrucijada definida entre dos opciones: el inmovilismo político y económico o el reformismo activo. Haber optado por lo primero, aunque prudente y conservador, hubiera significado un camino conocido y seguro, aunque sólo en apariencia, pues la continuidad del sistema no se garantizaba aplicando los viejos esquemas. La segunda opción más rigurosa recogía no sólo el diagnóstico y voluntad del presidente, de grupos importantes de la burocracia estatal, y de otros grupos influyentes. Se reconocía la nueva situación económica y al cambiante escenario internacional. Sin embargo, no todas las fuerzas sociales fueron capaces de responder con flexibilidad y sensibilidad ante las nuevas circunstancias. Por ejemplo, grupos importantes del sector privado fueron incapaces de entender la necesidad de cambios en la estrategia de desarrollo y en la relación entre los sectores público y privado; los grupos empresariales opositores acudieron a mecanismos tradicionales de presión como la huelga de inversiones, la fuga de capitales, campañas de desestabilización y oposición abierta a la política exterior del gobierno”, según (Ayala, 2001; 411).

El presidente Echeverría buscó definir al Estado de los intereses del sector privado, lo que se tradujo en un enfrentamiento y tensión política entre el proyecto del grupo gobernante y el empresarial.

El sector privado tuvo capacidad suficiente para condicionar en mucho la suerte de la estrategia gubernamental. Los grupos empresariales se colocaron en una oposición crítica y disputaron no sólo aspectos económicos sino buscaron ampliar su influencia en la política nacional. Los grupos más importantes desplegaron intensa actividad política e ideológica que los dotó de mayor capacidad para liderear a grupos con intereses heterogéneos y que habían apoyado antes las políticas estatales.

El esquema de economía mixta que había gozado de consenso y permitido la “convivencia armónica” entre los sectores público y privado entró en una fase de tensión crítica que finalmente se resolvió en un cuestionamiento general al papel que el Estado había tenido en el desarrollo. El pensamiento y la acción empresariales negaron la tesis según la cual el sector público era el único representante del interés nacional.

Por el contrario argumentaron que el sector privado está compuesto por grandes empresarios, pero también, por agricultores, ganaderos, artesanos, profesionales y empleados. Los empresarios darían una nueva interpretación a la Constitución Mexicana fijando la atención en la necesidad de preservar los derechos ciudadanos de propiedad y libertad indispensables para ejercer actividades lícitas productivas y comerciales generadoras de riqueza. Esta nueva concepción empresarial cuestionaba el sentido original del artículo 27 de la Constitución que deposita en el Estado la capacidad de imponer a la propiedad las modalidades que dicte el interés público. En la nueva interpretación, si bien no se cuestionaba la participación estatal, si se definía cuáles deberían ser sus modalidades, campos y grados de intervención.

El nuevo pensamiento empresarial fue capaz de generar una corriente de opinión desfavorable a al participación del Estado en la Economía. El Estado era según los empresarios causante de la crisis económica, de la mala administración y de la corrupción; aquel Estado que de antaño había promovido la inversión privada, subsidiando y estimulando el mundo de los negocios, era ahora fuertemente criticado no sólo por la mayoría de las organizaciones empresariales sino además por la punta de lanza empresarial: el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), creado en 1975.

El embate empresarial contra el Estado ocultaba, tras una simplista argumentación, las causas estructurales de la crisis y de la propia responsabilidad empresarial, pues habían tenido injerencia en las decisiones importantes. Era evidente que la presión política de las cámaras empresariales buscaba abrir un espacio de discusión a la política económica para preservar o ampliar sus privilegios.

La estrategia de desarrollo no sólo tubo la oposición empresarial, sino que también aparecieron inercias burocráticas, sobre todo en el ámbito de la política financiera. La política monetaria no fue un contrapeso a la política fiscal expansionista, que dificultó su consistencia de largo plazo. Como se recordará la política de gasto público quedó trunca, pues la presión empresarial impidió llevar a cabo la reforma fiscal.

Por lo tanto, para José López Portillo era de gran importancia lograr la confianza de los diversos sectores económicos del país, por lo cual los convocó a unirse en lo que se llamó la Alianza para la Producción. Asimismo, bajo las difíciles circunstancias que se encontraba el país era necesario recuperar el apoyo del sector empresarial a través de sus poderosas agrupaciones, como la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (CONCANACO), la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), así como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Se puede decir que la relación que tuvo con estos organismos fue de cordialidad, esto en parte por la aplicación de una política de exenciones y reducciones de impuestos, y aumento en los precios de los productos básicos no obstante aplicar una política de estricto control de gasto público.

Sin embargo al final de su sexenio debido a la crisis por la que atravesaba el país muchos de esos empresarios decidieron no invertir e incluso retirar sus capitales para depositarlos en el extranjero, en espera de regresarlos cuando se dieran en nuestro país tiempos mejores. Esto da una muestra del poder que representan las organizaciones empresariales



Funciones del poder.

En el modelo neoliberal la expresión de poder amplia su contexto en la sociedad, en el enfoque estructural, se dice que el poder corresponde al Estado, pero con la concentración del capital, surge el poder de las “corporaciones “imprimiendo sus características al desarrollo económico y social.

Basados en el planteamiento de Adams Smith, el hombre toma sus decisiones en 5 modulaciones a saber:

1. por el egoísmo

2. el sentido de propiedad

3. por la consideración

4. el sentido de libertad

5. por el trabajo

En el nuevo liberalismo la corporación basa sus decisiones en el anterior planteamiento, donde se sitúa como centro de atención económica y social.



En la sociedad el hombre como integrante del mercado y como ciudadano debe tomar decisiones en las que se requieren de cierto sustento teóricos y prácticos para ello se apropia de información y de conocimientos estructurales con la intención de obtener la mejor elección y tomar la decisión acertada, así conoce el funcionamiento de la unidad social que se da a través de las relaciones de poder y subordinación.

Así como el médico conoce el funcionamiento estructural de un organismo vivo, el ciudadano tiene que conocer a la sociedad para explicársela y tener la posibilidad de buscar su equilibrio.

La corriente estructural nos permite explicar la relación de los integrantes de la sociedad en su quehacer constante, en sus metas al futuro y la esperanza de formar una sociedad para sus descendientes con posibilidades de subsistencia en forma individual y en la convivencia con los órganos de poder y subordinación.

El funcionamiento sistemático lo presentamos en un esquema grafico que trata de explicar la relación existente entre el poder y la subordinación



Seguridad Nacional

La función primordial del poder es defender la soberanía nacional, identificando al poder como el Estado.

El poder es una facultad que tiene un agente público de hacer una cosa, entre mayor poder puede hacer más cosas.

En términos económicos con la obra de Adams Smith “la riqueza de las naciones” el Estado se considera como el impulsor, gestor, coordinador en la toma de decisiones de la economía, y a la vez los economistas lo consideran como el enemigo numero uno de las acciones del mercado.

Desde el punto de vista legal, el Estado es una construcción jurídica que norma las acciones de los hombres en el juego por alcanzar el poder.

En opinión de Macario Schettino: “Se dice que la libertad es el bien más preciado del hombre, pero por libertad, no se quiere significar ausencia de cadenas, sin capacidad de autogobernarse, soberanía de todos y cada uno de los ciudadanos, posibilidad de hacer negocios”

Digamos que es lo que hace iguales a los hombres en términos de la ley y del contrato social.

La principal función del Estado es de mantener la seguridad nacional, mediante un método que protege los valores y datos, así como la integridad de los ciudadanos en los dispositivos de protección del exterior y contra el exceso de ellos.

Organización de los poderes, los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El principio de la división de poderes constituye uno de los fundamentos de todo régimen democrático, en cuanto que los poderes en su actuación están frenados por los otros poderes, están limitados por el derecho, quedando obligados a realizar estrictamente las funciones que cada uno le corresponde. (Serra 1998; 155)

En cada Estado, afirma Montesquieu, hay tres clases de poderes: “la potestad legislativa, la potestad ejecutiva de las cosas que dependen del derecho de gentes y la potestad ejecutiva de las cosas relativas al Derecho Civil. Mediante la primera el príncipe o magistrado hace las leyes temporales o definitivas y modifica o deroga las ya existentes.

Mediante el segundo, hace la paz o la guerra, envía y recibe embajadores, establece la seguridad, previene invasiones. Mediante el tercero castiga los delitos y juzga las diferencias entre particulares” (Montesquieu 1992:78)

Uno de los organizamos encargados de la seguridad de los Estados Unidos es la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y parte de sus objetivos son sostener el ejercicio del poder de su país; la CIA fue creada para la guerra fría que paradójicamente comenzó a morir cuando obtuvo la caída de su enemigo.

Históricamente el principal enemigo de los Estados Unidos se ha modificado, el siglo pasado fue primero el nazismo, posteriormente el comunismo y en este siglo el terrorismo, este enemigo varía según quien se opone a sus intereses económicos y políticos.

Las medidas de seguridad que se implantan en los Estados Unidos, repercuten, son adoptadas libremente o de manera no tan libre en México.



La corrupción.

Vocablo (latín corruptio) con el que se designa la putrefacción, el vicio, la seducción, el soborno, el abuso en las cosas no materiales, En la sociedad mexicana de mercado libre formada por ciudadanos, donde la toma de decisiones económicas y sociales se dan por las modulaciones señaladas por Adams Smith, se establece un desequilibrio personal llevando ha vicios o abusos, lo que constituye “corrupción”.

El término se aplica en la no observancia de la ley o en su aplicación.

Nos podemos referir a la “ley” en su moralidad, o en la moralidad del acto mismo, en la aplicación es donde se establece la falta de ética o la moralidad de quien la aplica, donde resalta lo económico, social, político y cultural.

Históricamente los ideólogos de la revolución lo habían identificado, Luis Cabrera opinaba.

“La ley para la clase social pudiente, es declarativa y para la clase social Pobre es represiva”.(Luis Cabrera 1984-207)

El sistema político establece normas de observancia general para el funcionamiento de la sociedad, pero en lo económico se da la contradicción en la posesión de los factores de la producción, los que tienen el capital y los que tienen el trabajo, en ambos grupos sociales se da corrupción por la transgresión a la norma, en la observancia o en la interpretación.

Los poseedores de capital al no reporta ingresos provenientes del capital o del trabajo al fisco, o no proporcionar facturas en los intercambios de todo tipo de bienes y servicios cometen un delito a la nación.

“Estudios reciente han estimado que el nivel de evasión en el caso del ISR y IVA en forma conjunta es e 3% del PIB en 2004, descomponiéndose de la siguiente forma IVA 0.90%, ISR personas morales 0.61%; ISR personas físicas 0.41%, ISR personas físicas con ingresos por arrendamiento 0.22% e ISR con actividades empresariales y servicios profesionales 0.83% del PIB. (Caballero Urdiales, Emilio 2004-40)