miércoles, 24 de abril de 2013

LECTURA 3er AÑO


Políticas de población

Existen dos maneras de decidir qué se entiende por "política de población":

deductiva o ideal: se parte del significado de los dos conceptos implicados ("política" y "población") y se observa después qué políticas reales se pueden englobar en tal definición.

inductiva o empírica: se observan las políticas reales que históricamente han sido calificadas como "políticas de población" y se construye después la definición a partir de sus características común

Para J.M. de Miguel y J. Díez Nicolás (1985;15) …”La política demográfica o política de población es un término que se refiere no al análisis de los factores sociales en la explicación de las variaciones del llamado movimiento natural de la población (natalidad, mortalidad, nupcialidad, etc.) sino precisamente a un proceder contrario: al intento de modificar la estructura demográfica de una población con objeto de mejorar su situación, desarrollo o procesos de desigualdad social”. También se le puede definir como “…el conjunto de medidas que pretenden influir sobre la tasa de crecimiento, las estructuras y la distribución geográfica de la población” (Tapinos, 1998:362)






















 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En el presente esquema encontramos que quienes pretenden ser imparciales y empíricos observan las políticas de población como parte del abanico de posibilidades políticas, junto a otras más como son las políticas económicas, sociales, culturales, etc. Pero lo importante es que este tipo particular de política será intervenir sobre el volumen de población y la composición de la misma. Por tanto los fenómenos o comportamientos demográficos sobre los que se debería influir para conseguirlo no son más que los tres fenómenos que determinan la dinámica poblacional: los nacimientos, las defunciones y las migraciones.

 

Indicadores Ambientales

En un primer momento se debe definir que se entiende por indicadores ambientales y como es que surgen éstos. Entendemos por indicadores ambientales a aquellos que proporcionan información oportuna, precisa y fiable acerca del ambiente y el desarrollo sustentable que nos permite “la toma de decisiones”. Son herramientas útiles ya que están sustentadas en bases científicas y técnicas, que permiten facilitar el acceso a la información a los diferentes grupos de usuarios, permitiendo con ello transformar la

información en acciones. Algunas instituciones encargadas del desarrollo de este tipo de indicadores son el Banco Mundial, Programa Internacional de Educación Ambiental (PNUMA). Por otra parte se crea a partir de que el grupo de las siete naciones más poderosas del mundo, solicita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el establecimiento de indicadores ambientales en el contexto de la toma de decisiones, considerando factores ambientales y económicos en 1997. Los

indicadores también sirven para identificar aquellas fuerzas que contribuyen hacia el mejoramiento o la degradación de las condiciones económicas, sociales y ambientales, permitiendo establecer metas precisas de acciones futuras para que su ve, los gobiernos y la sociedad civil evalúen avances en sus acciones (Autoridad Nacional del Ambiente, 2000).

Estos indicadores o también llamados índices integrados son utilizados en una gran variedad de disciplinas para medir conceptos complejos y multidimensionales que no se pueden observar ni medir directamente. Su importancia reside en su habilidad de sintetizar una gran cantidad de información en un formato simple y práctico. La sencillez de estos índices integrados facilita el acceso a la información al público en general y a otros usuarios potenciales. (Autoridad Nacional del Ambiente, 200, p.4.)

Radica la importancia del desarrollo de indicadores en tres objetivos ambientales fundamentales que permiten alcanzar el desarrollo sustentable

1. Proteger la salud humana y el bienestar general de la población

2. Garantizar el aprovechamiento sustentable de los recursos

3. Conservar la integridad de los ecosistemas

Actualmente, existen numerosas organizaciones regionales, internacionales, agencias gubernamentales y grupos de científicos que llevan a cabo iniciativas para desarrollar indicadores ambientales, un ejemplo de ello es las Naciones Unidas (ONU), quien cuenta con varias divisiones o agencias que están desarrollando grupos de indicadores relacionados con el ambiente, diferenciados por  objetivos.

A partir de 1994, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) propuso el modelo denominado “Presión – Estado – Respuesta” (PER) (Environment Canada y OCDE, citado en INE, 1997), este modelo se encuentra basado en la lógica de
causalidad, presupone relaciones de acci{on y respuesta entre la economía y el medio ambiente y parte de cuestionamientos simples.

La metodología PER (Presión – Estado – Respuesta) Identifica tres tipos de indicadores ambientales:

a. Indicadores de presiones ambientales causadas por el hombre

b. Indicadores de las condiciones o calidad del ambiente y los recursos naturales.

c. Indicadores de las respuestas de la sociedad a las presiones sobre el ambiente (SINIA, 2001)

 

Los indicadores de Presión hacen una descripción de las presiones que se ejercen sobre el ambiente mediante el desarrollo de las actividades humanas, las cuales son clasificadas comúnmente como factores o fuerzas subyacentes tales como: crecimiento poblacional, consumo o pobreza, las presiones sobre el ambiente son consideradas usualmente desde un punto de vista político, de manera inicial, para abordar los asuntos ambientales, y posteriormente como indicador cuando están disponibles para su análisis, producto de bases de datos de seguimiento socioeconómicos, ambientales, entre otros (Centro Virtual Investigación y Desarrollo, 2001). A estos indicadores se les clasifica en dos grupos:

1. Indicadores de presiones directas sobre el ambiente, ocasionadas por las actividades humanas: por el volumen de residuos generados, Emisión de contaminantes al aire, etc.

2. Indicadores de actividades humanas en sí mismas, o sea, las condiciones de las actividades productivas o actividades que generan la problemática llamada: Evolución y características de la planta vehicular.

 

Existe la explicación hecha por el Instituto Nacional de Ecología de que esta segunda clase de indicadores de presión se toma en cuenta debido a que por una parte, proporciona elementos para pronosticar la evolución de la problemática y por la otra, ayuda a definir acciones y/o políticas en materia ambiental que deberán aplicarse para estos sectores causantes de la problemática (INE, 1997, p.7).

Es importante tomar en consideración que el Estado se refiere a la condición del medio ambiente a causa de las presiones  generadas por las actividades humanas y es por ello que los indicadores de Estado describen la calidad del ambiente, así como a la cantidad y estado de los recursos naturales, por ejemplo la calidad del aire (concentraciones de contaminantes) o de agua, de la misma manera la cantidad de recursos naturales; éstos indicadores representan generalmente los objetos de políticas de protección ambiental.

En este tipo de indicadores, se introducen los efectos a la salud de la población y a los ecosistemas, causados precisamente por el deterioro de la calidad ambiental (INE, 1997)

 

Políticas ambientales

Tal como se pudo constatar en el apartado anterior, los indicadores de Respuesta representan los esfuerzos por la sociedad o por una institución determinada para reducir o mitigar la degradación del ambiente, estos indicadores son los de desarrollo más lento, pues debido a su complejidad para medir cuantitativamente como una acción de respuesta puede llegar a incidir en la resolución de los problemas, podemos observar que las acciones de respuesta están dirigidas hacia la consecución de dos objetivos principales, en primer lugar, hacia los agentes de “presión”, un ejemplo de ello es a través del establecimiento de tecnologías más limpias para disminuir el volumen de emisiones; y en segundo lugar, estableciendo políticas públicas por parte de las instituciones

gubernamentales tales como el establecimiento de criaderos de torturas, de truchas, etc.,

Además de las acciones de respuestas que se podrían definir, existe una incertidumbre en cuanto a lo difícil que es determinar en qué medida éstas inciden en la problemática, un ejemplo caro, lo tenemos en el número de normas ambientales desarrolladas por el Gobierno, establecidas en alguna materia en particular, acuerdos voluntarios con algunos sectores productivos, o el establecimiento de redes de monitoreo de calidad ambiental, etc. Estas acciones, a pesar de no incidir de manera inmediata en el problema, son fundamentales para su atención y solución, por lo que este tipo de respuesta se les denomina generales, distinguiéndose de las específicas.

Por otra parte el rápido crecimiento de la economía y la población en México están ejerciendo una presión significativa en el medio ambiente, aumentando la contaminación y agotando los recursos naturales. México de acuerdo a la OCDE, cuenta ahora con un marco legal e institucional sólido en materia medioambiental que le está permitiendo alcanzar algunos resultados positivos, Para avanzar en la implementación es recomendable que refuerce y aumente el financiamiento de esta políticas medio

ambientales además de que también recomienda esta organismo a México que refuerce e integre las preocupaciones medioambientales en las políticas sectoriales. Dentro del Estudio sobre el Desempeño Ambiental de México, existen 61 recomendaciones concretas sobre como se puede contribuir con la mejoría del medio ambiente en el país.

Actualmente, México ha adoptado un ambicioso enfoque de la gobernación del medio ambiente, cada vez más existe una tendencia por parte de encargados de políticas sectoriales de incorporar las mejores prácticas en materia de desarrollo sustentable.

Dentro de las políticas públicas podemos hacer mención de: Mejoramiento de la calidad del aíre en áreas urbanas tales como la gran ciudad de México donde el bióxido de carbono y el bióxido de azufre han disminuido, con lo cual los niños pequeños están sufriendo menos enfermedades respiratorias agudas, sin embargo, la contaminación del aire continua siendo una seria amenaza para la salud pública.

Se ha progresado en la descentralización de la administración del agua, incluyendo la creación de consejos de cuencas de los ríos que transfieren la administración de los distritos de irrigación a asociaciones de usuarios, ayudando a los municipios a desarrollar infraestructura para el agua y para el tratamiento de las aguas negras, por lo que según este informe más del 95% del agua potable está desinfectada, lo que ha representado una importante disminución en las enfermedades gastrointestinales y en la desaparición del cólera.

Se han realizado esfuerzos significativos para mejorar la administración de los desechos peligrosos, aumentando con rapidez la capacidad de tratamiento y eliminación de los mismos. Mayores coincidencias con la agenda internacional en materia de medioambiente, además de que tiene algunos años que se ha incluido al desarrollo sustentable como un objetivo dentro del Plan Nacional del Desarrollo (http://www.oecd.org/document/40/0,3343,en_33873108_33873610_18960360_1_1_1_1,00.html)

Si bien es cierto que este organismo reconoce que se ha avanzado es importante mencionar que este organismo continúa haciendo recomendaciones tales como la delegación de poderes en México tanto en la política medioambiental como en su implementación requiere de un adecuado fortalecimiento y construcción de las capacidades en los niveles estatales y municipales.

Continuar luchando con la deforestación, misma que se encuentra actualmente en los niveles más altos del mundo, y lograr que exista acceso al agua potable mediante “las cruzadas por los bosques y el agua”.

Por otra parte si México, según este estudio, cuenta con el 12% de la biodiversidad del mundo, pero es importante señalar, que ésta se encuentra seriamente amenazada por la deforestación, el pastoreo en exceso en las zonas áridas y el comercio ilegal de especies amenazadas es cada vez mayor, se debe fortalecer la implementación de la legislación en materia del abatimiento de la contaminación y la protección de la naturaleza, incluyendo el aumento de las tasas de inspección y del nivel de cumplimiento de las normas, así como de ampliar la utilización de los instrumentos económicos y el aumento de la eficiencia.

Otra política pública es aumentar las fuentes de recursos públicos, privados e internacionales para financiar la infraestructura necesaria para el suministro de agua potable y el tratamiento de aguas de desecho. La inversión en infraestructura para el agua se encuentra aproximadamente a la mitad de lo necesario, ya que sólo el 25% del agua de desecho en las ciudades es tratada y la gran mayoría de las descargas industriales no tienen tratamiento.

Otra de las políticas públicas a fortalecer es la integración de las preocupaciones medioambientales en las decisiones sectoriales en áreas tales como la agricultura, la energía y el transporte. México no ha podido separar el crecimiento económico de las presiones medioambientales, tal y como lo han hecho otros países de la OCDE, el transporte de carga en las carreteras ha aumentado en un 78% durante la última década y cuando existen diversas propuestas para mejorar el precio de los energéticos y los impuestos al mismo, pocas se han puesto en marcha.

jueves, 18 de abril de 2013

LECTURA 3er AÑO 3


ECONOMÍA Y SUSTENTABILIDAD

Nombre: Ma. Magdalena Adela López Rivera

PRESENTACIÓN:

Reflexionar sobre el mundo contemporáneo, su proceso de “desarrollo” industrial, el entendimiento de los modelos económicos y políticos, implica la comprensión de diversos aspectos entendidos como “problemas sociales, políticos, económicos, ambientales”, etc. Parte de las explicaciones y justificaciones que encontramos a estas problemáticas, no salen de las líneas analíticas Costo / benefició. Sin embargo ¿Qué hay de los costos humanos, ecológicos, etc.? Es decir ¿Qué hay de la vida? ¿Hay alternativas a este proceso?.

La sustentabilidad y los procesos sustentables buscan garantizar una buena calidad de vida para las generaciones actuales y futuras y esto incluye el legado que dejamos a quienes nos siguen. La definición del informe Bruntdland comúnmente utilizada sostiene que: "El desarrollo sustentable es aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades." Es pertinente que nos formemos una conciencia ecológica que nos de herramientas para hacernos cargo.

Además en el actual siglo XXI, nadie tiene ya dudas de que el problema global de primera importancia es la conservación del hábitat del hombre. Por ende el desarrollo de una conciencia ecológica en grupos progresivamente mayores de seres humanos es resultado de la comprensión de la relación hombre-naturaleza, de sus diferencias; pero, también de su identidad.

El hombre ha reafirmado su naturaleza propia al diferenciarse de su entorno, al sustantivarse, e incluso al separarse de un modo ideal de su medio en tatno su no-yo, ha hecho uso y transformación de los recursos naturales hasta que su acción agresiva comenzó a volverse en contra de sí mismo.

Carlos Marx y Federico Engels llamaron la atención en su momento, de la depredación de la naturaleza, señalando el impacto natural y social que significaba la sistemática destrucción de los bosques, sin embargo, no se tomó importancia a este hecho, han tenido que presentarse una serie de fenómenos que han hecho destrucción de vidas humanas para que se llevara a cabo un movimiento a favor de la naturaleza e inclusive se hayan formado políticas públicas y encontrar eco en Instituciones como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para coadyuvar no sólo al cuidado del medio ambiente, sino a que en términos educativos se deba hacer  cuestionamientos por parte de los alumnos de cual es su papel y como y de que manera desde los centros educativos en los diferentes programas y en las asignaturas que se imparten, se dote a los alumnos de esta conciencia y lograr una educación ambiental; por tanto esta Unidad tiene como:

OBJETIVO GENERAL:

Analizar de manera integral los problemas socioeconómicos del país y del mundo globalizado a partir del impacto y deterioro ambiental, manejo responsable de desechos, políticas ambientales para lograr una economía sustentable, una cultura ambiental y un consumo responsable que impulse el desarrollo humano.

RECURSOS NATURALES

Los recursos naturales, se definen como aquellos que a aquellos bienes materiales y servicios que proporciona la naturaleza sin alternación por parte del hombre, mismos que son valiosos para las sociedades humanas ya que contribuyen a su bienestar y desarrollo de manera directa o indirecta. Se clasifican

Los recursos renovables son aquellos cuya existencia no se agota con su utilización, debido a que vuelven a su estado original o se regeneran a una tasa mayor a la tasa con que los recursos renovables son disminuidos mediante su uso. Lo que significa que ciertos recursos renovables son disminuidos por su utilización es tan alto que evite su renovación. Dentro de éstos encontramos: plantas y animales, aún cuando estos recursos, dependen del agua y del suelo, mismos deberán protegerse de la contaminación.

Los recursos no renovables, son aquellos que existen en cantidades determinadas y al ser sobreexplotados se pueden agotar. Dentro de estos recursos encontramos a: los minerales, el petróleo, el gas natural y depósitos de aguas subterráneas.

Los recursos inagotables, son aquellos que no se agotan, sin importar la cantidad de actividades productivas que el ser humano realice con ellos, como por ejemplo: luz solar, energía de las olas, el mar y el viento.

V.1.2 Deterioro de los recursos naturales:

En México, la superficie de la tierra reúne una serie de características excepcionales y en donde sus comunidades naturales son particularmente variados y sorprendentes, en poco menos de dos millones de kilómetros cuadrados caben casi todos los paisajes naturales que es posible encontrar en nuestro planeta, se puede encontrar en nuestro país desde los desiertos más áridos hasta las selvas y pantanos más húmedos, desde los matorrales tropicales más cálidos hasta los páramos de montaña casi en contacto con nieves eternas, etc.

V.1.3. Energía

Un concepto importante que se debe tomar en consideración es el uso de la energía. Todos los días al mirar a nuestro alrededor se observa que las plantas crecen, que los animales se trasladan y que las máquinas y herramientas realizan las más variadas tareas, todas estas actividades tienen en común que precisan del uso de la energía. La energía es una propiedad asociada a los objetos y sustancias y se manifiesta en las transformaciones que ocurren en la naturaleza. La energía se manifiesta en los cambios físicos y podemos constarlo en los siguientes ejemplos, al elevar un objeto, transportarlo, deformarlo o calentarlo.

La energía está presente también en los cambios químicos, como al quemar un trozo de madera o en la descomposición de agua mediante la corriente eléctrica. La energía puede manifestarse de diferentes maneras: en forma de movimiento (cinética), de posición

(potencial), de calor, de electricidad, de radiaciones electromagnéticas, etc., de calor, de electricidad, de radiaciones  electromagnéticas, etc., según sea el proceso, la energía se denomina: energía térmica, energía eléctrica, energía radiante, energía química, energía nuclear.

Es importante tomar en consideración que la energía se encuentra en constante transformación, pasando de unas formas a otras. La energía siempre pasa de formas más útiles a formas menos útiles, por ejemplo, en un volcán la energía interna de las rocas fundidas puede transformarse en energía térmica produciendo gran cantidad de calor, las piedras lanzadas al aire y la lava en movimiento poseen energía mecánica, se produce la combustión de muchos materiales, liberando energía química.

Uno de los principios básicos de la conservación de la energía indica que ésta no se crea, ni se destruye, sólo se transforma de unas formas a otras, en estas transformaciones, la energía total permanece constante, es decir, la energía total es la misma antes y después de cada transformación. En el caso de la energía mecánica se puede concluir que, en ausencia de rozamientos y sin interv3ención de ningún trabajo externo, la suma de las energías cinética y potencial permanece constante. Este fenómeno se conoce con el nombre de Principio de conservación de la energía mecánica.

Unas formas de energía pueden transformarse en otras. En estas transformaciones la energía se degrada, pierde calidad, en toda transformación, parte de la energía se convierte en calor o energía calorífica, cualquier tipo de energía puede transformarse íntegramente en calor; pero éste no puede transformarse íntegramente en otro tipo de energía, por ende el calor es una forma degrada de energía, ejemplo de ello se puede encontrar en la energía eléctrica, al pasar por una resistencia, la energía química, en

combustión de algunas sustancias, la energía mecánica, por choque o rozamiento. Por ende, se define el rendimiento como la relación porcentual entre la energía útil obtenida y la energía aportada en una transformación.

Las fuentes de energía son los recursos existentes en la naturaleza de los que la humanidad puede obtener energía utilizable en sus actividades, el origen de casi todas las fuentes de energía es el sol, que recarga los depósitos de energía. Las fuentes de energía se clasifican en dos grandes grupos: renovables y no renovables; según sean recursos “ilimitados” o “limitados”. Las fuentes de energía renovables son aquellas que, tras su utilización, se pueden regenerar de manera natural o artificial, algunas de estas fuentes renovables están sometidas a ciclos que se mantienen de forma más o menos constante en la naturaleza.

Existen varias fuentes de energía renovables como son: energía mareomotriz (mareas); energía hidráulica (embalses); energía eólica (viento); energía solar (Sol); energía de la biomasa (vegetación). Este apartado es especialmente importante si tomamos en consideración el papel del ser humano y su papel en el impacto ambiental

miércoles, 17 de abril de 2013

LECTURA PARA 3er AÑO 2

Las mujeres y la democracia

Para encontrar las razones de la exclusión histórica de las mujeres de la política, hay que buscar en las formulaciones originarias que han conformado el pensamiento político occidental de raíces judeó-cristianas. Para el caso latinoamericano también es válida la búsqueda por este lado, pues el colonialismo impuso e impregnó de los mismos criterios excluyentes su sistema político, aunque éste haya tenido sus especificidades y diferencias.

Desde Aristóteles, pasando por San Agustín, Maquiavelo, Locke, Rousseau, Stuart Mill, etc. En cualquier caso, e incluso en el discurso de la modernidad se bloqueó el acceso de las mujeres a los derechos individuales, civiles y políticos. Genevieve Fraisse ha señalado:“El razonamiento teórico que excluyó a las mujeres de la política en el discurso de la modernidad occidental no estuvo finalmente basado en su falta de raciocinio, sino en la puesta de éste al servicio de "fines que la trascienden y tienen lazos siempre indirectos con la sociedad", a través de los cuales influye a distancia”.

Es con la primera guerra mundial que a las mujeres se les reconoce el derecho al voto, conquista lograda por las sufragistas norteamericanas y europeas de esa época.

El populismo en América Latina más tarde, hizo la relación con las mujeres más funcional y operativa, al reconocerles la condición de ciudadanas y concederles el voto. La mayoría de los gobiernos populistas dieron el derecho del sufragio a las mujeres por el interés político de mantenerse en el poder - las mujeres eran votos que les legitimaban - y no tanto por reconocimiento de las razones políticas que argumentaban los movimientos sufragistas que luchaban en América Latina desde comienzos del siglo. Así sucedió con el

peronismo en Argentina, el cardenismo en México, etc.

Por otro lado, el impulso a la organización de las mujeres de los sectores populares en los denominados Clubes de Madres, para sustituir al Estado en sus deberes, funcionó desde los sesenta del siglo pasado. Cabe aclarar que, parte de estas organizaciones impulsadas desde el gobierno en esos años, se transformaron en los años ochenta en movimientos sociales con estructuras democráticas que comenzaron a desarrollar una participación política activa, cambiando su relación dócil y sumisa y aunque operando bajo la tutela estatal y para su beneficio, dicho cambio se manifiesta en la conquista o mejor dicho en la integración vía su partido político a las cámaras, sea de diputados, senadores, o ayuntamientos municipales.

En cuanto a los puestos de elección, de acuerdo con los datos de la composición de las Legislaturas para el periodo 2000 – 2003, las mujeres constituían 16% dentro de las Cámaras de Diputados y de Senadores del país y a nivel estatal su presencia en los Congresos era aún menor. Esta situación cambia significativamente a partir del 2003, ya que, de acuerdo a la composición de las Legislaturas, las mujeres alcanzan 23%. Este aumento de siete puntos es un impacto directo de las reformas al Código Federal Electoral en Materia de Género aprobadas en el año 2002 que obliga a los partidos políticos a registrar una cuota de mujeres como candidatas. Las cifras de México coinciden con los promedios de diferentes países de América. El índice de participación más alta se alcanza en los países nórdicos, donde las mujeres parlamentarias llegan a 41%. Como contrapartida, en los países árabes éstas apenas representan 9%.

En la vida política contemporánea la equidad de género y el rechazo a la idea de que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, se han llegado a considerar como un triunfo y un importante componente de la democratización a favor de la mujer. En el mundo de hoy, tenemos a once mujeres que son jefas de Estado o de gobierno. Durante los últimos dos años, hemos sido testigos del ascenso de Ángela Merkel como primera ministra de Alemania y de Michelle Bachelet, a la presidencia de Chile. En México, tenemos solo una gobernadora por el PRD en Zacatecas, Amalia García Medina. Las modernas democracias de los países más avanzados (G-7) afirman que la democracia siempre está en proceso de construcción. Un momento estelar en ese permanente proceso es la emergencia de gobiernos electos –en elecciones transparentes- con votantes informados -información seria y objetiva-, con un estado de derecho en donde actúan derechos humanos de igualdad, de libertad, de seguridad, etc.

Otro momento estelar, aún desconocido por la historia, será cuando esa democracia, ese gobierno, su estado de derecho y derechos fundamentales reconozcan a las mujeres y a quienes se identifican en sus preferencias sexuales con ellas, la misma dignidad que reconoce en el varón. Como clase y como individuo cuál es el lugar sobre la tierra donde la mujer no sigue siendo discriminada de la educación, de la salud, del trabajo, del poder político, etc. Por supuesto, hay sitios, hay países en donde la discriminación es más sofisticada, más subterránea, en donde, la circunstancia de que algunas mujeres hayan alcanzado escaparates públicos induce a creer que la discriminación por sexo se ha abatido, lo cual es falso; el mejor y más fundado argumento es Beijin 1995-2000, en donde se polemizo sobre todos los matices de la discriminación a la mujer en el mundo.

Mientras esto suceda, mientras esté sucediendo en Aguascalientes o en cualquier otro rincón de la tierra, el o los procesos hacia la democracia no andarán muy lejos de las democracias supuestamente proscritas, levantadas sobre diversas formas de esclavitud humana.

La perspectiva de equidad de género tiende a desmontar del discurso y de la acción masculina lo que dice y hace en torno de la mujer; plantea que la mujer sea el sujeto de su propio discurso y de su propia acción. Ello supone, necesariamente, en el plano social, un proceso democrático en donde ambos sujetos, actores de la historia social, dialoguen de tú a tú. La capacidad de diálogo a su vez implica procesos educativos insertos en un entramado social que finalmente emerge como democracia de género, en donde toda institucionalidad de gobierno integre a la mujer sea rica o pobre, instruida o analfabeta, ladina o indígena, prostituta o beata. En la democracia de género no existe el pre destino sino la autotelia, la definición de sí mismo acorde a sus circunstancias. Nadie nació para

ser madre o para ser maceta de corredor, si así no está contemplado en su cosmovisión, autotelia individual y circunstancias ideológicas y sociales.

No obstante que se han logrado grandes avances respecto al reconocimiento y a la protección de los derechos de las mujeres, los retos y los desafíos también siguen siendo de gran envergadura para las naciones occidentales, América Latina y México en particular.

La violencia hacia las mujeres y la discriminación sexual aún persisten, aunque ya con menor grado. A pesar de ello, en muchos países, la educación de las mujeres ocupa todavía un nivel muy bajo en la escala de prioridades de los gobiernos y en algunos casos sus oportunidades de inclusión en la esfera política son bastante reducidas. En este tenor, México ha suscrito varios acuerdos internacionales que “amparan” la protección de los derechos y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, entre los que se encuentran la Convención de la ONU sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, firmado el 17 de julio de 1980, y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, signado el 4 de junio de 1995. Pero, desgraciadamente sólo es algo que está en el escritorio, está olvidado. Por tanto, hay que rescatarlo.

En México el cambio democrático real echará raíces y se consolidará sólo si tiene su expresión en el mejoramiento palpable de la condición de la mujer en general.

El gobierno creó el Instituto Nacional de las Mujeres. A este organismo se le encomendó la difícil tarea de impulsar la vida plena de las mujeres y su realización como seres humanos mediante la aplicación del Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y la No Discriminación de las Mujeres. Ni la creación del Instituto ni del Programa pueden ser en sí mismos una realización activa y efectiva, sino un instrumento para efectivamente lograr que las mujeres ocupen su lugar en la vida del país. En consecuencia, el adoptar la agenda de igualdad de género, el crear los instrumentos institucionales para promoverla y el delinear un programa en el que esta agenda se exprese, son retos y compromisos con la igualdad de la mujer que el gobierno debe considerar, incluida la responsabilidad de cumplir, pero no se ha logrado materializar hasta hoy. En el proceso democrático de México la condición de la mujer es un punto de referencia por el cual se puede medir si genuinamente se está dando un cambio y una transformación democrática. Serán las mujeres mismas quienes juzguen si la nueva democracia mexicana cumple o no lo que ha prometido desde siempre.

Simplemente, debemos considerar a la equidad de género como un indicador del desarrollo del país. La atención a estos problemas es un punto de partida indispensable para el bienestar futuro de nuestras comunidades y debe ser de importancia vital para los responsables de formular las políticas en todos los niveles de gobierno.

Al respecto dice Aguilar Zinser: “El aumento de la participación de la mujer en todas las sociedades del mundo y ámbitos de la vida no ha garantizado su reconocimiento ni tampoco mejoras definitivas en su trato y calidad de vida. La lucha por los derechos de las mujeres debe ser de prioridad nacional. El gobierno, los medios de difusión, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad deben trabajar con mayor creatividad y eficacia para dar paso a la equidad y a la no discriminación de las mujeres. La emancipación de las mujeres debe ser total, nunca más sólo parcial como hasta ahora”.

lunes, 15 de abril de 2013

LECTURA PARA TERCER AÑO

LEE, RESUME Y COMENTA


Sexualidad y violencia

El presente testimonio nos servirá para tener una idea de lo que sucede a diario en México en contra de las mujeres en la calle, en el trabajo y muy probablemente también en nuestro hogar, sin que hasta ahora las autoridades a todos los niveles de gobierno, derechos humanos, la propia familia, etc., pongan una solución definitiva a este tipo de problema, veamos el siguiente hecho vivido en la ciudad de México:

“Blanca Valdés tenía cuarenta y un años de edad cuando fue violada por un taxista de la Ciudad de México en 2005. No denunció la violación ante las autoridades correspondientes, incluso después de descubrir que estaba embarazada, ya que previamente había sido insultada e ignorada por las autoridades públicas cuando denunció que su marido la golpeaba. Valdés señaló a Human Rights Watch que se había visto hondamente afectada por este embarazo no deseado. Finalmente obtuvo un aborto por canales no oficiales. Tu sabes, hay chistes: “cuando te violan, flojita y cooperando.”

Pero no es posible. No es físico, lo que duele es la indignación. … [Después de la violación] en un principio me encerré en mi casa. Me puse a limpiarla una y otra vez. Y cuando me puse mal, me lavé todas las veces que fueran necesarias. Y lo último que se me ocurrió es que me iba a quedar embarazada. … [Me hice una prueba de embarazo] y allí salió esta bola de todo. … Pensé “¿quién me ayuda ahora?”… Pensé “Cada vez que vea a ese bebé voy a pensar en lo que pasó.”… Mis otros dos hijos son deseados. … Muy diferente [es cuando] tienes que tener algo que es resultado de algo tan feo, sucio. Y lo tienes que cuidar porque es tu bebé. … Pensé que si yo me quedo con este niño, no voy a poder salvarles a los otros, ni a mí misma. … Era parte de mí, pero una parte que yo no quería, que me había venido sin pedirlo. … Tengo mala experiencia con el sistema de justicia. Una vez me golpeó mi marido. .. Yo le dije al oficial que me pegó con un martillo en el estómago, y me dijo que no me pegó fuerte [y no hizo nada]. … [Después de la violación] mi papá me dijo: “Hija, vamos a la delegación.” Y le dije: “¿Para qué? ¿Para que todo el mundo sepa [que fui violada]? ¿Para qué me maltraten más? ¿Para qué se burlen de mí porque estoy sola? … Lo que yo tuve era miedo. Miedo de morir, miedo de desangrarme”.

Bien, cada año, miles de niñas y mujeres mexicanas quedan embarazadas como consecuencia de una violación. Tras haber sufrido una vejación traumática de su integridad física y moral—la violación—las sobrevivientes consideran que su situación personal no puede empeorar más. Entonces algunas de ellas descubren que están embarazadas. La legislación mexicana, al menos en la letra, adopta la única respuesta “humanitaria” posible ante tal situación: autoriza el acceso al aborto legal luego de ocurrida la violación. Para muchas sobrevivientes de violaciones, sin embargo, el acceso efectivo a procedimientos seguros de aborto se vuelve virtualmente imposible como resultado de la existencia de un laberinto de obstáculos administrativos y — especialmente— de la negligencia y obstrucción de las autoridades oficiales.

En muchos estados el marco legal mexicano para el tratamiento de la violencia sexual y doméstica resulta altamente deficiente. En siete de ellos no se penaliza la violencia doméstica de manera específica, mientras que en diecisiete sólo se sanciona la violencia “reiterada” en la familia. En trece estados, las relaciones sexuales con una menor seducida (el llamado “estupro”) sólo son consideradas delito si él o la menor era “casta” u “honesta” al momento de la violación, mientras que en once estados el “estupro” no se penaliza si el responsable del crimen posteriormente contrae matrimonio con la víctima menor de edad. El incesto es definido como una relación sexual “consensual” entre padres e hijos o entre hermanos. Dado que, de acuerdo con esta definición, el incesto es

un delito contra la familia y no contra la integridad física del niño o la niña, las víctimas de incesto menores de edad son sancionadas del mismo modo que sus padres o hermanos mayores. Asimismo, a las víctimas de incesto y estupro que se encuentran embarazadas también les está vedado por ley el derecho al aborto legal.

Ante los oídos sordos prácticamente de las autoridades de todos los niveles para hacer justicia a las víctimas por violación, aporta su granito de arena al respecto la misma Iglesia Católica Mexicana.

Ante tal panorama, La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y de otros Estados han creado Agencias Especializadas en Delitos Sexuales (AEDS), con el fin de recibir las denuncias por estos delitos.

Ahora bien, cuales son las posibles razones que nos puedan ayudar a explicar el presente problema que viven las mujeres a diario en cualquier parte del país, independientemente del estrato social al que pertenezcan, veamos:

1. Las relaciones tempranas del niño con las figuras parentales (familiares) y la confirmación de la validez del sistema de género que van recibiendo a lo largo de la latencia (instinto natural que se va desarrollando) y la adolescencia, les proporcionan la identidad de género, agresiva para los chicos e inhibida para las chicas. Feminismo y machismo son dos mundos enfrentados, uno fruto de la razón como progresión social y el otro nacido de la demanda emotiva del varón en razón de la tradición familiar e histórica de nuestra cultura occidental, de raíces judeó-cristianas.

El género va más allá de la historia individual de cada persona y se encuentra en las instituciones de la cultura (familia, escuela, política, religión); en los valores; en los ideales y en los mitos. Que la agresividad se transforme en violencia ya es una cuestión personal en función de la educación de cada individuo, que empieza en el seno familiar y continúa en las instituciones existentes en toda sociedad.

La construcción social de la sexualidad masculina se va a basar en esto precisamente, en reprimir y suprimir una amplia gama de placeres sexuales en la medida que se interiorizan los roles de género tanto en el hombre como la mujer. Por decirlo de una manera más simple, para un varón tiene más fuerza lo que se espera de él como tal, como un 'hombre de verdad', que la experimentación de su propio placer. Fusión entre deseo sexual y expectativas de género que genera fantasías y formas de conducta dominantes y violentas sobre las mujeres.

En este sentido, el experto en masculinidades R. Connell, afirma: "Hay una sistemática asociación entre poder y violencia, en ese sentido la violencia que ejercería un varón sería avalada por el contexto social como forma de reasegurar su identificación con el rol que la cultura le otorga y valora como perteneciente al género masculino. Es en la prostitución donde los dictados patriarcales adquieren su versión más dramática, ya que a la legitimación social del sometimiento y violencia sobre las mujeres, presentes en las demás esferas de la sociedad, se une en este caso la justificación del dinero (del poder económico) por el servicio prestado”.

2. La sexualidad no es ni un accidente ni una parte del cuerpo, ni una función que se ejerce de vez en cuando o nunca ni, menos aún, un accidente en la vida. La sexualidad es el ser humano en su totalidad, es la condición de su presencia en el mundo como mujer o como varón. Por lo mismo, violencia al cuerpo, al ser de mujer o de varón, a los principios, valores, creencias y actitudes que alguien posee termina siendo violencia sexual en estricto rigor.

La violación, por ejemplo, no es tan sólo la abusiva utilización del cuerpo de alguien en pos de un placer perverso. Antes que el acto físico en sí mismo, es la intromisión en la intimidad de alguien, mujer o varón, niño o niña sin su consentimiento, sin ser invitado. El violador se acerca con violencia o engaño, toma y deja al otro como objeto, hace del cuerpo del otro un objeto para un uso perverso. Y luego lo abandona como un despojo, como un cadáver que repugna. La violación destruye la ética social, desconoce el principio de que la sexualidad se comparte desde la libertad, el deseo y la ternura en pos de un goce compartido. El violador no hace el amor. Ultraja, agrede, incluso hasta producir la muerte de su víctima.

Desde la infancia, la mujer teme la intromisión violenta e indeseada de alguien en su intimidad. En la adolescencia, esta posición adquiere nuevas características y se transforma en un temor que la mantiene siempre alerta puesto que la adolescente se sabe mujer deseada, buscada e incluso perseguida por los varones de todas las edades. El aspecto que más nos preocupa es la violación. Siempre los chicos y las chicas tienen ese miedo a descubrir lo que será. Entonces, cuando hay una violación, nuestra intimidad (hombre o mujer), lo que nosotras (os) tenemos tan adentro, nos dan un golpe tan duro que sería lo más que alguien podría conocer.

Incluso en la relación de pareja, la sexualidad es privacidad e intimidad. En la mujer es como un claustro al que únicamente tiene acceso quien es expresamente invitado.

Violación proviene de violencia. Se abusa del otro mediante la fuerza o el engaño o el aprovechamiento de la debilidad, la buena fe o la ingenuidad.

“El abuso sexual es un ejemplo del rompimiento del ordenamiento social y cultural. Quien abusa sexualmente del otro, lo desconoce como sujeto en su libertad y en su deseo.

Cuando se toma en cuenta el goce del otro para el goce propio, es imposible dejar de lado la libertad y la ternura. El amor nace como bien propio y es destinado a quien el deseo elige en medio de un complejo e inexplicable proceso de conquista. Semilla y fruto al mismo tiempo, da cuenta de un perenne proceso de generación entre dos.

En el plano relacional de la pareja, se muestra evidente el progreso social de la mujer y sus reivindicaciones en el seno de esta relación. Con lo cual, mengua la autoestima del varón que no está preparado para la igualdad y que continúa exigiendo la superioridad. Y, al menguar su autoestima, mengua su libido (o demanda sexual). Y la agresividad aparece de parte del varón”.

Finalmente. El control de la sexualidad de las mujeres es un poderoso mecanismo a través del cual los hombres ejercen su dominio sobre ellas. Las que no cumplen las normas de feminidad, como las lesbianas o las mujeres que eligen vivir de manera independiente, suelen ser duramente castigadas. A menudo, el castigo es de carácter sexual, como la violación.

jueves, 11 de abril de 2013

LECTURA PARA 3er AÑO


Las mujeres en la fuerza de trabajo urbano

 

Tomando en cuenta el apartado anterior, uno de los renglones donde podemos visualizar la “igualdad de género” es en el ámbito laboral, aquí es donde podemos observar la participación de ambos sexos, cierto que las mujeres no están presentes en los puestos directivos en grandes proporciones como los hombres pero si están presentes; sin embargo si tienen una gran presencia en las actividades manufactureras, especialmente en la maquiladora.

Así el aumento de las mujeres en la fuerza de trabajo y su incremento en la matrícula universitaria constituye dos cambios sociales sin precedente que transformaron radicalmente las sociedades de la segunda mitad del siglo XX, de la cual México no escapa a dichos cambios. De esta forma, tenemos que durante los últimos treinta y cinco años del siglo pasado, el empleo femenino se ha duplicado, pasando de 20% a 40%, tomando como referencia una PEA de 41, 320, 802. Personas para el año 2005, de acuerdo con el INEGI. Las transformaciones de las características de la población ocupada del país, se han visto acompañadas por cambios en los valores relacionados con la familia, el trabajo y las mujeres. De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), México se encuentra en el lugar 112 de 131 países, en cuanto a la baja participación femenina en la fuerza laboral , según el reporte de competitividad 2007- 2008, lugar que comparte con países como India, Emiratos Árabes, Paquistán, Turquía, Marruecos, Egipto y Arabia Saudita. Contrariamente, países con un desarrollo económico más bajo que el nuestro como Mozambique, Burundi, Tanzania, Camboya y Uganda, forman parte de los primeros 10 lugares con mayor igualdad laboral entre hombres y mujeres (equidad de género). (ginaza@servidor.unam.mx).*

 

En consonancia con los cambios internacionales, en México el porcentaje de mujeres estudiantes en las universidades ha aumentado a pasos acelerados pasando del 17% en 1970, al 47.5% en el 2005. Es importante resaltar que países como Estados Unidos, Venezuela, Noruega, etc., sus mujeres universitarias rebasan el 50%. Tomando como base lo anterior, esto es, el ingreso masivo de las mujeres al mercado laboral y a las universidades, veamos como se comporta la fuerza de trabajo femenina urbana particularmente en las maquiladoras (ya que es la actividad económica más importante de la época), pues históricamente la mujer ha estado anclada a los quehaceres domésticos y no a la fabrica; sin embargo entre fines de los sesenta y principios de los setenta del siglo pasado, los cambios económicos internacionales resultan determinantes para el ingreso de la mujer al mercado laboral e incluso su emigración hacia la frontera con Estados Unidos.

 

Las maquiladoras en México

Las maquiladoras surgieron en 1965 como parte de un proyecto alternativo de industrialización para las ciudades de la frontera (Tijuana, Cd. Juárez, Matamoros, Mexicali y Nogales) con Estados Unidos al finalizar el programa de braceros que se tenia establecido con dicho país. En sus primeros años estas fábricas se caracterizaron por el uso intensivo de la fuerza de trabajo en actividades de ensamble, atendiendo al esquema de ventajas comparativas en cuanto a la abundancia y bajo costo de la fuerza laboral, empleando especialmente a mujeres jóvenes. Para fines de los ochenta del siglo pasado, se comenzó a observar la movilidad de las maquiladoras hacia diversas ciudades debido a la modificación de los programas exportadores por parte del gobierno y a la modificación de las formas legales para la inversión trasnacional en México (Modelo Neoliberal), lo que permitió que las plantas ensambladoras se ubicaran en casi cualquier parte del país, en donde hubiera ventajas competitivas, salariales e infraestructura industrial.

La importancia de la maquiladora en el empleo regional creció en los años noventa, ante la perspectiva del vender su producción en el mercado domestico y continuar bajo un esquema de mano de obra barata y estímulos fiscales de los gobiernos locales, lo que propicio el desplazamiento de las maquiladoras hacia el centro-occidente y sur del país. “Para enero de 2005 se calculaba había más de 441, 000.0 trabajadores de la maquila en ciudades no fronterizas con predominio del empleo femenino en la industria de la confección y del vestido”

 

Las mujeres en la industria maquiladora de México

Cuando el programa maquilador inicio en la frontera norte de México, a mediados de los sesenta del siglo pasado, se ofreció empleo a mujeres jóvenes especialmente, pero hoy en día, los hombres representan un importante contingente laboral en esta actividad. De acuerdo con el INEGI, en febrero de 2006 se había contratado a un total 1,176,155.0 personas, del cual 424,660.0 eran obreros varones y 499,061.0 eran mujeres en la misma posición. Sin embargo, de 1975 al 2004 podemos observar que, el índice de masculinidad o empleo de mujeres es mayor que la de los hombres. Lo que indica la progresiva feminización del empleo desde que las maquiladoras se instalaron en el país, si se considera que cambió la relación de 28 hombres contratados por cada 100 mujeres en 1975 a 86 varones por cada 100 mujeres en 2004.

Ahora bien, se podrían identificar por lo menos tres ciclos del empleo femenino en las maquiladoras (Ver Tabla 2). El primero indica la propagación de empleos femeninos con bajas remuneraciones en la frontera norte durante los setenta y los ochenta. El segundo, corresponde a la des-feminización del empleo en la maquila, al observarse mayor dinamismo en la contratación de varones con respecto a las mujeres en casi todo el país en los ochenta y los noventa. El tercer ciclo muestra un proceso de re-feminización del trabajo en las maquiladoras del centro y sur del país. Se podría hablar de un cuarto ciclo producto de la desaceleración económica de las maquiladoras en el 2000, que significó la perdida de puestos de trabajo para miles de mujeres. Entre el 2000 y el 2003 éstas perdieron 122,000 puestos de trabajo, que equivalió a 21.2% del empleo a nivel obrero, en tanto los varones perdieron 82,000 plazas, que equivalió a 17.6% del empleo obrero en la maquiladora.

Si bien el empleo en las maquiladoras en México se ha ido transformando durante cuatro décadas, todo parece indicar que los cambios más desfavorables los han experimentado mayormente las mujeres.

Estos hechos dan como balance un largo proceso de segmentación ocupacional por género en las maquiladoras, en primer lugar, con respecto al tipo de oportunidades de trabajo para mujeres en comparación con los varones y, en segundo lugar, al tipo de garantías laborales casi nulas a los que se enfrentan debido a los nuevos esquemas de contratación, los que propician vulnerabilidad ocupacional al incrementarse los trabajos temporales, inestables y con menores beneficios.

Se podría afirmar, que cada vez más los varones se colocan en un plano de competencia abierta frente a las mujeres por conseguir trabajos en la industria maquiladora. Aunque con resultados y oportunidades desiguales, debido a las condiciones estructurales que impone la maquiladora en cuanto a políticas de contratación local y al deterioro generalizado de las condiciones de trabajo en el país.

 

Mujeres y maquiladoras en los setenta: “Muchas, bonitas y baratas”.

“Durante los setenta y parte de los ochenta, la referencia para explicar el trabajo de las mujeres en las maquiladoras fue el fenómeno de la internacionalización de la producción. Algunas de las primeras investigaciones se basaron en el esquema de las ventajas comparativas al tratar de explicar el uso intensivo y extensivo de fuerza de trabajo femenina, caracterizada como “barata, abundante y sin experiencia laboral” como aparentemente lo encarnaban las mujeres de la frontera norte de México”.

Aunque en otros estudios se afirmó que el trabajo en la maquila era una nueva forma de explotación en contextos de familias incapaces de vivir de un solo salario y en condiciones impuestas por una industrialización exportadora en la frontera. Es decir, bajo un crecimiento urbano acelerado y con poblaciones migrantes presentes en la región, con el consabido encarecimiento de los servicios y de las condiciones de bienestar. Tal novedad no es, solo consultemos a Marx en el Tomo I, cuando analiza temas como: la jornada de trabajo, plusvalía absoluta y relativa, para la sociedad inglesa o francesa.

Se podría afirmar que los primeros estudios sobre las mujeres en las maquiladoras partieron de categorías tradicionales bajo un principio de neutralidad para analizar su trabajo, lo que dio paso a conservarlas como trabajadoras de segunda clase y de bajo valor económico. Como consecuencia, la mujer como sujeto económico fue calificada como débil y pasiva, como así lo consignan numerosos estudios con leyendas sobre el trabajo barato y abundante en la frontera. De esta forma, la convergencia del discurso de los empresarios con los hallazgos de investigaciones definió al trabajo femenino como no calificado, débil y marginal, así como mano de obra temporal y parte del ejército industrial de reserva. Se podría decir que se trató de dos sentidos de un mismo fenómeno; del sentido económico de la incorporación de la fuerza de trabajo y del sentido simbólico de la valorización de esta experiencia.

 

Los ochenta: Entre la desfeminización y la masculinización del trabajo

Durante esta década las investigaciones reflejaron el impacto de los procesos económicos y sociales presentes en México, como la crisis económica y la aplicación de políticas de ajuste neoliberales. Este periodo se vio marcado por el proceso de devaluación de la moneda nacional, el rápido deterioro de los salarios reales, la implementación de programas de modernización, los recortes drásticos a los subsidios sociales, la privatización de empresas del Estado, la desregulación y apertura de la economía y sobre todo, la promoción de políticas para la explotación, tanto de recursos naturales como de mano de obra barata.

Una de las consecuencias de esta etapa y de este nuevo modelo económico de acumulación, fue la expulsión de un gran número de fuerza de trabajo, lo que influyó en la reorientación de las actividades remuneradas para los hombres y las mujeres. Por una parte, los sectores contratantes tradicionales de fuerza de trabajo masculina, como la agricultura y la industria de transformación, manifestaron su incapacidad de generar nuevas ocupaciones, en tanto el ritmo de incorporación de las mujeres aumentó. “De esta forma, se observó la terciarización de la economía y el incremento de actividades en pequeña escala y por cuenta propia (autoempleo) en el comercio y los servicios. Estos trabajos fueron desempeñados básicamente por fuerza de trabajo masculina, por lo que algunos autores plantearon la “masculinización del comercio y los servicios”, principalmente en la ciudad de México y Guadalajara”.

En estudios posteriores se reconoció que la recomposición del empleo femenino también estaba influenciada por los cambios tecnológicos y de organización del trabajo en las industrias maquiladoras. Lo que propició la creación de nuevos perfiles laborales, orientadas hacia actividades masculinas, como ocurrió en las autopartes y la electrónica.

De esta forma, a fines de la década de los ochenta, la contratación de varones en puestos técnicos, de almacenamiento, reparaciones y actividades de operación, se habían incrementado. Por primera vez, las mujeres había dejado se ser mano de obra predominante en las maquiladoras, aunque continuaron ocupando masivamente los puestos de operadoras en las líneas de producción, reavivando el contenido de género para las oportunidades de trabajo (De la O, 1995)*. De esta forma, se concluyó a

principios de los noventa, que los hombres en la maquila eran relativamente más jóvenes que las mujeres y que estas fábricas presentaban una débil capacidad para ofrecer trabajos estables y de larga duración, lo que afecto tanto a hombres como a mujeres, no obstante, los hombres tendían a buscar mejores oportunidades de empleo. Y, por último, que el ciclo de vida en ambos sexos tenía un efecto diferente sobre los patrones de inserción y participación laboral en esta industria.

Se podría afirmar que en los ochenta y, a raíz de la consolidación de la industria maquiladora en el país, lo que corrió paralelo al modelo neoliberal, el trabajo femenino adquirió mayor complejidad, desvelando la importancia de los procesos económicos y sociales del contexto mexicano. De esta forma, el tema de las relaciones entre clase, sexo y patriarcado para explicar la opresión del trabajo de las mujeres de la maquila, convivio con los recientes aportes sobre la desfeminización del trabajo. La paradoja en estos estudios fue continuar considerando el trabajo de las mujeres como secundario y ejercido por un sujeto débil y pasivo, a pesar de su visibilidad, capacidad de agencia e importancia por más de dos décadas en las maquiladoras instaladas en el país.

 

Los noventa y el nuevo milenio: Entre la flexibilidad, el género y la globalización

 

Durante este periodo los planteamientos sobre la globalización y la flexibilidad laboral cambiaron la forma de comprender el trabajo y la experiencia de mujeres y hombres en el mercado de trabajo de la maquila. En este contexto, a partir de estudios de caso en fabricas ensambladoras, se logró identificar modificaciones en los sistemas de organización del trabajo, en el reclutamiento de mano de obra y en el reparto de las tareas, las que no eran ajenas al sexo. Es decir, que los recursos de la flexibilización y de las nuevas formas de contratación, como el tiempo parcial o temporal, dependían de la posibilidad de contratar mujeres.

A partir de este supuesto se llevaron acabo estudios de caso en diferentes ciudades de la frontera y, en aquellas regiones en donde se habían asentado industria maquiladora en el país, encontrando evidencias de nuevos horarios de trabajo, jornadas más flexibles y formas de remuneración asociadas con la productividad. Aunque operando bajo una clara segmentación de género en los puestos de trabajo y en las oportunidades de movilidad ascendente laboral.

En esta literatura se buscó vincular a la globalización económica con la comprensión feminista, mediante la identificación de varios tipos de exclusión de la mujer y su comprensión en el nivel cultural, de la feminidad, la masculinidad y la sexualidad. Con el fin de explicar cómo la imagen de la feminidad opera en el lugar de trabajo y, hace posible la construcción de un rol de género en el contexto de la globalización. A pesar de la creciente incorporación de varones a la industria maquiladora.

Finalmente. “A raíz de la expansión de las maquiladoras hacia el centro y sur del país, algunos investigadores incorporaron a sus estudios la categoría de etnia, ya sea por efectos de la migración laboral indígena o por la localización de las nuevas maquiladoras en zonas tradicionales indígenas, como son los casos de Puebla, Yucatán y Guatemala”